La pasada semana hablábamos de las grandes cualidades, virtudes y protagonismo que Isco Alarcón ha asumido ya en el Real Madrid, donde hace tiempo que derribó la puerta de la titularidad. Y el pasado sábado vivimos una victoria contundente de la Selección ante Albania en la que se selló la clasificación para el Mundial de Rusia. Si decía que Isco era la gran referencia del Madrid en el medio campo, se puede asegurar con la misma rotundidad que en la Selección ha recogido el testigo de esos grandes centrocampistas españoles del nivel de Xavi, Xabi Alonso e incluso del mismísimo Iniesta, con el que compartirá balón en este próximo Mundial.

Pases y... goles

Pero yo voy un poco más lejos. Isco posee una gran visión de juego y filtra pases maravillosos a sus compañeros de ataque, aunque donde de verdad supera a todos esos grandes centrocampistas que he citado es en el depurado regate que posee en sus pies. A lo que añade una gran cantidad de goles importantes, tanto en el Madrid como en la Selección, que dan triunfos y puntos decisivos.

Zizou y Julen

Isco mejoró su condición física, lo que le otorga una mayor fortaleza para el juego y por supuesto para su fútbol tan particular, tan mágico. Incluso Zidane se rindió a su talento y rompió su dibujo decantándose muchas veces por el 4-3-1-2. Ese 1 en la pizarra es el malagueño, que tiene libertad para explotar sus cualidades convirtiéndose en un jugador único. Ahora es la gran sensación del fútbol europeo. Lopetegui le dio confianza y le siguió llamando en los momentos duros y el jugador se lo agradece en público y, lo que es más importante, sobre el césped. Si Ramos es el gran capitán, Isco es la bandera del estilo de fútbol de esta renovada Selección.