LaLiga Santander
Cara a cara: ¿Son demasiado permisivos los árbitros con los jugadores del Barça?
Sí: Los colegiados les tienen miedo; José Luis Sánchez
Querida Carme, noto tensión en Can Barça. Siete jornadas y ya desquiciados. Tenéis suerte de la permisibilidad arbitral, del miedo a amonestar a los jugadores del Barcelona. No es normal tanta paciencia ante continuas faltas de respeto. El mejor (peor) ejemplo, Messi. Irritante con los colegiados mientras luce brazalete. Negándoles la mano, retándoles con la mirada, gritándoles por un córner. Un recién llegado habría sido expulsado sin contemplaciones. No se puede consentir, pero inexplicablemente, se lo permiten.
Con Guardiola se instauró una manera de proceder, el famoso corrillo grupal. Todos rodeando al árbitro para que no se atreva a amonestar a alguien concreto. Vimos ante el Athletic la descarada protesta de Busquets, incluso tocando al colegiado. El año pasado, cinco partidos a Cristiano por un gesto similar. Seguís teniendo bula. Suárez se vuelve loco, manda a su casa a los asistentes, se encara con ellos... pero sigue jugando. Da vergüenza.
El VAR ha devuelto la justicia a la Liga. Quizá explique el nerviosismo. Sabéis que los codazos de Suárez, las simulaciones de Alba o las presiones de Busquets van a ser desnudados. Sólo falta que los árbitros sean valientes y no teman antiguas represalias si osaban retar al Barcelona. El VAR es el fiscal del campeonato y lo sabes, Carme. Ser firme y no consentir humillaciones dará seriedad al colectivo arbitral. Por cierto, espero que este artículo no haga que te encares conmigo en «El Chiringuito».
No: utilizan a Messi para ejemplarizar; Carme Barceló
Enfrentarme de nuevo contigo al otro lado de esta página y sobre este asunto me pone, querido José Luis. ¿Permisivos los árbitros con el Barça? ¿Qué me estás contando, compañero? Messi se quejó al árbitro con razón. Más allá del empate y de los tiros al palo, Latre cometió errores. Y Leo se fue al vestuario con una amarilla tras una situación muy frecuente cuando se pita el final pero que pocas veces se amonesta. Le utilizan para ejemplarizar. Te recuerdo que su expediente es casi impoluto. Messi ejerció de capitán y me representa.
Si los colocamos a uno al lado de otro, de capitán a capitán, Sergio Ramos pierde por goleada. Se ha ido de rositas un montón de veces y da la sensación –visto lo visto en el derbi– que los árbitros no quieran que crezca la leyenda. Sigue vigente su récord de amonestaciones, que supera las 180, con más de 20 expulsiones. Messi lleva una. Existe un buen álbum de fotos del madridista plantando cara en pleno partido al colegiado de turno y casi nunca ha sido amonestado por ello. A eso sí se le llama permisividad.
Cuando los resultados no acompañan, el sistema nervioso se resiente. En el Barça y en el Villaciervitos de Arriba. No es justificable, por supuesto, pero no creo que esté el Madrid para dar ejemplo de estabilidad emocional. Que el juego de los azulgrana no llega al aprobado es tan real como que el VAR parece haberse aliado con los blancos. El codazo de Lenglet fue roja tras su intervención. El manotazo de Ramos en la cara a Correa, amarilla. Y el VAR sin actuar.
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