Vuelta a España
El dolor de Movistar
Con Valverde lesionado, se quedó sin líder. Los jóvenes Soler y Rubén Fernández están lejos en la general y ayer se cayó Dani Moreno
Con Valverde lesionado, se quedó sin líder. Los jóvenes Soler y Rubén Fernández están lejos en la general y ayer se cayó Dani Moreno.
«He venido a aprender. No siento ninguna presión», dice Marc Soler. El ciclista catalán llegaba a la Vuelta para ocupar el hueco que había dejado Alejandro Valverde tras su caída en la primera etapa del Tour. El equipo que dirige Eusebio Unzué había repartido las tres grandes entre sus líderes. Nairo Quintana sería el jefe en el Giro y en el Tour y Valverde, después de completar la mejor primera parte de la temporada de su carrera, mandaría en la Vuelta.
Pero esa caída de Alejandro rompió muchas más cosas aparte de su rodilla. Quintana no rindió en el Tour como se esperaba y mientras el equipo se ilusionaba con los fichajes de la próxima temporada –Landa, Rosón, Sepúlveda– se quedaba sin líderes para la Vuelta. La idea parecía ser que el liderato lo compartieran Marc Soler y Rubén Fernández, dos de las esperanzas del ciclismo español para los próximos años. Marc fue tercero en la general de la Volta a Catalunya por detrás de Valverde y Contador y fue una ayuda fundamental para el triunfo de Alejandro en la clasificación general. Rubén ya fue líder el año pasado en la Vuelta.
Para rebajar la presión sobre sus ciclistas, el equipo decidió asignar los dorsales por estricto orden alfabético, sin respetar la habitual excepción que señala al líder con el número 1 del equipo. Jorge Arcas es el que lo lleva, también el primero del equipo en caerse en la contrarreloj de Nimes. Pero en el primer contacto con la montaña, en la llegada a Andorra, los dos perdieron más de 14 minutos. En el mismo lugar en el que parecía escenificarse el final de una era, la más gloriosa del ciclismo español, la que representa Alberto Contador, el futuro del Movistar decía adiós a sus esperanzas en la general. El veterano Dani Moreno fue el primero en aparecer en la meta, a 54 segundos. El colombiano Betancur, parece que recuperado para el ciclismo de élite, a 1:14. Ellos dos parecían destinados a intentar salvar el honor del mejor equipo del mundo en los últimos años.
Pero las desgracias no parecen acabarse para Movistar. Cuando el pelotón estaba a punto de cruzar la pancarta de tres kilómetros para la meta, la que marca el límite en el que se otorga el mismo tiempo a los corredores caídos que al grupo en el que viajaban, Dani Moreno se cayó. Junto a él, el italiano Pozzovivo y algún ciclista más. El madrileño se sentó en el bordillo, comprobó que podía continuar y, con el enfado correspondiente, volvió a subirse a la bicicleta para llegar hasta la meta. Cruzó a 1:38 del ganador y ahora se sitúa justo por delante de Alberto Contador en la clasificación general. «No he visto nada. He escuchado la caída detrás de mí. Era peligroso. Todos los equipos querían entrar porque sabíamos que el último kilómetro era complicado», explica Soler.
Movistar pierde las referencias poco a poco y ahora tiene que aprender a correr de una manera diferente. Desde la Vuelta 2012, en la que Valverde fue segundo por detrás de Contador, hasta el pasado Tour, sólo había faltado al podio una vez en París (2014), en un Giro (2015) y en la Vuelta de ese mismo año. Con esta Vuelta parece que encadenará dos grandes sin podio, pero eso no cambia el planteamiento de los jóvenes.
«Yo estoy contento, es mi primera carrera de 21 días y he venido a aprender. Aún queda mucho. A seguir luchando y a ayudar a los compañeros», asegura Soler, el hombre del que Valverde dijo tras la Volta que ganaría lo que quisiera. «Después la gente espera unas cosas de ti, pasan otras y a veces es malo», reflexiona.
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