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Libros

Jesús Gómez Peña: «El Tourmalet es la historia del Tour resumida en un puerto»

El libro «El Tour de Francia» recoge las cien historias que el periodista escribió con motivo de la salida desde Bilbao de la carrera francesa

Luis Ocaña Archivo

El reloj del Tour marcaba la cuenta atrás de la tarea que se impuso Jesús Gómez Peña, periodista de El Correo, para honrar la salida de la carrera francesa desde Bilbao en 2023. «El Tour siempre que hace una gran salida activa un reloj 100 días antes en la ciudad de la que va a salir, que en este caso era Bilbao. Hay una cuenta atrás y en una reunión dije ‘‘yo me comprometo a hacer 100 historias. Una al día y el día de la partida del Tour es la última’’», cuenta Jesús. Esas historias son las que ha reunido ahora en el libro «El Tour de Francia» editado por Libros de Ruta dentro de la colección Crónicas sobre ruedas, dedicada a las tres grandes.

«Mi idea era que el Tour es una especie de tren que te trae un montón de historias. En este caso para en la estación de Bilbao, y tienes la oportunidad de recordar todas esas historias anteriores», dice. Algunas ya las había contado en los años en los que seguía el Tour de Francia como enviado especial de El Correo. Otras las fue descubriendo por el camino. «Yo he hecho, creo que han sido 21 ediciones presenciales. Y luego hice otras cuatro desde casa, desde el periódico. He estado un cuarto de siglo haciendo el Tour. Pero por mucho que hayas leído del Tour y mucho que sepas y hayas estado en el Tour, cada vez que pasas por un sitio resulta que hay una historia o que no sabías o que habías oído un poco. Disfruté mucho. Porque algunas historias las escribí por primera vez», recuerda.

Portada del libro «El Tour de Francia»Libros de Ruta

«Para mí el Tour es la imagen esa de que vas por una carretera que está llena de nombres. Ves pintados los de hoy, pero también ha habido nombres antes, son todos los anteriores. Es como una especie de libro, de rollo, de papel, del que vas tirando y está lleno de historias. Y eso me encanta, porque hay puertos muchísimo más duros que los del Tour, pero no hay puertos en los que hayan pasado tantas cosas como en el Tour. Fíjate el Tourmalet. Es la historia del Tour resumida en un puerto», explica Jesús.

Él fue descubriendo historias a medida que iba escribiendo. «De repente dices, de esto no tenía ni idea. Es como leer un libro por primera vez. Y yo he disfrutado mucho con cosas que no sabía. Seguro que si tengo que hacer, digamos, otras 100 historias del Tour de Francia, pues volvería a ver otras tantas de las que no tengo ni idea», asegura.

Exagera Jesús, siempre bien documentado desde pequeño, siempre preocupado por conocer esas historias que a España no llegaban. En España hasta que surgió Libros de Ruta no había tradición de literatura ciclista. En Francia y en Italia, sí. Y Gómez Peña volvía siempre cargado de libros de sus viajes. Pero antes fueron las revistas. «Yo empecé a comprar de crío. Entonces aquí no había nada, no había absolutamente nada. “Ciclismo a fondo” salió mucho después y yo me acuerdo de que había un quiosco en Getxo al que llegaba “Miroir du Cyclisme” y yo la compraba. Fui de los últimos que estudió francés en la escuela, entonces tuve esa pequeña ventaja . Yo veía ahí fotos de las grandes clásicas belgas, que aquí no llegaban por televisión. Porque, por ejemplo, en la zona fronteriza, en San Sebastián, en Hondarribia, sí que les entraba la televisión francesa. Pero en Bilbao no», recuerda.

«Mikel Landa es un tipo magnífico, hasta demasiado bueno, quizá, para ser un campeón»

Son los años en los que él empezó a admirar a Luis Ocaña, su primer gran ídolo, «que por edad no tenía que haberlo sido». «No soy tan viejo», bromea. Después llegó la admiración por Marino Lejarreta. «Se me quedó ese cariño especial por los corredores que no son grandes ganadores, por los que parece que van a ganar, pero no. Y la he mantenido hasta el último corredor que tengo en el corazón, que es Mikel Landa, que además me parece que es un tipo magnífico, hasta demasiado bueno, quizá, para ser un campeón», asegura.

Unos corredores muy distintos a lo que se encontró en su debut en el Tour. Él, que había estudiado biología antes que periodismo, aunque la bicicleta estuvo siempre presente, incluso como ciclista amateur, se encontró de repente debutando en el Tour del 99, el primero de Armstrong. «El compañero que hacía el ciclismo entonces tuvo una lesión larga, se rompió el tendón de Aquiles y me llamaron y me dijeron–sería febrero del 99–, “Jesús, prepárate que en julio te vas al Tour’’». De ahí, a contar el Tour en 100 historias. Y las que podrían venir.