Hípica

“Cristal Meraniere”, un fiel compañero de pista de las hermanas Chaves

Este poni C ha sido un auténtico regalo para Paola y Valeria

Valeria Chaves salta con «Cristal Meraniere»
Valeria Chaves salta con «Cristal Meraniere»Chacco Marketing

La equitación es un deporte muy completo para jinetes y amazonas de todas las edades. Lo idóneo es que los niños se inicien con ponis, que tienen un tamaño y una fuerza adecuados para ellos. Desde los ponis A, que son los chiquititos y panzones que a todos nos vienen a la cabeza, pasando por «B», «C» y «D», siendo esta última categoría prácticamente como un caballo. El mundo poni es divertido y familiar, y sus competiciones están pensadas por y para los niños de entre seis y dieciséis años, edad en la que el reglamento les obliga a pasar a caballo.

Los buenos ponis son como los jugadores top de fútbol: codiciados, muy buscados y difíciles de conseguir. Para poner cara a este tipo de historias, hablamos de «Cristal Meraniere», un precioso y competitivo poni C, y las hermanas andaluzas Paola y Valeria Chaves Jiménez, con las que ha estado estas últimas temporadas.

Con siete años, llegó hace tres a la familia Chaves Jiménez de la mano de Javier Pérez y Rubén Crespo. La primera en disfrutar de él fue Paola, la hermana mayor, que lo debutó en la liga provincial de Cádiz. Ya en 2021, Paola y «Cristal» tomaron parte en el Campeonato de Andalucía, en el de España y en el Sunshine Tour con muy buenos resultados. En 2022, el binomio realizó la liga «Norte-Sur», que trataba de competiciones para ponis por toda la geografía española. «Gracias a este tipo de concursos hemos conocido a familias maravillosas con las que hemos compartido muy buenos momentos de risas y glorias», comentaba a LA RAZÓN Diego Chaves, padre de las amazonas.

Paola Chaves y «Cristal»
Paola Chaves y «Cristal»Chacco Marketing

Paola se fue centrando más en los caballos y, pese a que su edad aún se lo permitía, la altura de la amazona propició que el poni pasara a manos de su hermana Valeria, que lo debutó en el October Tour 2022 de Vejer. En esa primera competición ya demostraron un «match» especial, formando un binomio perfecto. En diciembre de 2022 hicieron pódium en el Gran Premio Poni Club de España, siguiendo todo 2023 con la buena racha: Copa de Campeones 2023, Campeonato de Andalucía 2023 y un largo etcétera.

«Cristal no solo ha dado alegrías en lo deportivo, sino que ha sido un compañero en la vida de nuestras hijas, el cual las ha puesto a amar a un animal tanto o más que a cualquier ser humano. Fiel, divertido y voluntarioso, han disfrutado de galopadas a la orilla del Atlántico, maravillosas mañanas de pinares y naturaleza y mucho ocio y deporte en todas sus vertientes. Sin duda alguna, comprar este poni para nuestras hijas ha sido la mejor inversión que hemos hecho, por la huella imborrable que les ha dejado», comenta Diego Chaves respecto al aprendizaje vital que estos animales suponen para los niños.

«Cristal es el primer gran compañero de pistas que he tenido hablando de alto nivel. Me enseñó a no rendirme, ni en las pistas ni en la vida», añade Paola a este diario. Lo único malo de estos pequeños grandes caballos es que pasan un tiempo limitado con sus jinetes, lo que también les enseña a que madurar acarrea aprender a despedirse. Bien por pasar a ponis D (categoría en decadencia por su gran similitud con el caballo grande) o empezar con caballos grandes directamente, los ponis cambian de compañero. Después del Gran Premio Poni Club de España, que se llevó a cabo en Madrid durante el pasado puente de la Concepción, y donde Valeria y «Cristal» tuvieron una buena actuación que se saldó con dos recorridos sin falta de los tres que realizaron, el binomio se separó. Ahora el poni ha pasado a la cuadra de Marta Muñoz, que monta en Hípica La Moraleja. «Eres un poni de 10 y espero que Marta te cuide como yo te he cuidado, porque siempre has dado el 200% para hacerme feliz», se despedía Valeria de su compañero en redes sociales.

El mundo poni enseña valores, genera felicidad, crea lazos entre familias e inculca a los niños un ocio sano mientras aprenden el valor del esfuerzo y la responsabilidad a la vez que practican uno de los deportes más completos que existen.