El día que se rompieron los puentes

Después de ganar la Champions con los gol des Bale, Ronaldo, enfadado, amargó la fiesta blanca. Fue definitivo.

Otras veces, varias veces, Cristiano Ronaldo había saltado a los medios para lanzar su mensaje de desencanto con el Real Madrid. Las grandes estrellas del mundo del fútbol saben perfectamente cómo manejar su presencia en el plano mediático para jugar los partidos con los clubes que le pagan. Ya en la última temporada de Mourinho, el goleador del Real Madrid salió un día por la zona mixta después de un partido (un lugar por el que no acostumbra a pasar) para asegurar que no era feliz. Hace un año, en medio de la Copa Confederaciones de Portugal, medios portugueses dejaron caer que se quería ir. Todo eran «amenazas», formas de negociar de manera pública aumentos de sueldo.

Pero el paso más grave o el más atrevido, lo dio en Kiev, cuando todo en el Real Madrid era felicidad. El equipo de Zidane había ganado su tercera Champions consecutiva gracias al papel estelar de Bale en el encuentro contra el Liverpool. El galés, con un papel secundario durante la temporada, sustituyó a Isco, metió un golazo de chilena, muy parecido al de Ronaldo en Turín y después marcó otro tanto más. Cristiano pasó por el encuentro sin llamar mucho la atención, como le había pasado en las semifinales. Su papel trascendental en la Champions había ocurrido antes: contra el PSG y en un partido inolvidable en Turín. Pero no fue tan trascendental para ganar la Décimotercera como lo había sido para la Duodécima. En vez de estar radiante, como lo estaba el resto de la entidad, estaba enfadado. Y cuando le pusieron un micrófono delante no perdió la oportunidad de dejarlo muy claro. Había ganado la tercera Champions consecutiva, la cuarta con el Madrid, la quinta suya, pero eso no le llenaba.

No dijo que se quería ir, pero se refirió al Real Madrid en pasado. Cuando el periodista quiso que precisara más, Ronaldo no quiso, asegurando que ya hablaría en el futuro.

Eso no ha sucedido. El jugador portugués apenas ha hablado en los medios durante el Mundial en Rusia y cuando lo hizo fue brevemente para comentar cosas de la selección portuguesa. Tampoco en estos momentos está hablando de manera pública. Se ha ido de vacaciones, ya no está en Madrid y quien lleva todo el asunto es su agente, Jorge Mendes. Ronaldo se mantiene al margen, aunque por primera vez sus palabras de salida sí que parecen ciertas.