F.C. Barcelona
Las aventuras de Piqué en el Manchester United
"En el Manchester United hice muchas locuras fuera del campo", ha dicho Piqué. Como a todos los novatos, a él también le hicieron limpiar las botas a los veteranos. Él apenas era un crío rodeado de jugadores veteranos como Paul Scholes o Ryan Giggs, o de un entrenador como Alex Ferguson, en una época en la que no era tan común que un chico español jugara en el extranjero.
En «The Players Tribune», la plataforma de la que es socio el propio Piqué y en la que escriben deportistas, contó la anécdota que vivió con Roy Keane cuando, en 2006, empezó a vibrar en el vestuario un teléfono... Que resultó ser el suyo: «Roy no podía localizar de dónde venía el sonido. Y se puso a dar vueltas como un loco por todo el vestuario. Sus ojos apuntando a cada rincón e intentando localizarlo. ¿Os acordáis de la famosa escena de Jack Nicholson en El Resplandor, cuando aparece de repente a través de la puerta? Eso es lo que parecía. Empezó a gritarnos a todos: “¡¿De quién es ese teléfono?!”. Se hizo el silencio. A la tercera vez que lo preguntó, decidí hablar, como si fuera un niño pequeño, muy bajito: “Lo siento, es mío”. Roy puso su brazo alrededor de mí, se echó a reír y me dijo que no me preocupara: “¡No, venga, claro que estoy de coña!”. ¡Roy perdió los nervios y se le fue la cabeza delante de todos! Fue increíble. Casi me cago encima. Pero fue una buena lección».
Cesc Fábregas no fue el primero, pero sí uno de los más sonados por lo rápido que triunfó en el Arsenal. Cesc había sido compañero de Piqué en las categorías inferiores del Barcelona. Y eso fue definitivo para que Piqué se fuera. «Me contaba lo bien que le iba, no influyó en mi decisión de irme, pero sí me dio confianza y el empujón que necesitaba para decidirme», confesaba Piqué en una entrevista a este periódico en 2008.
En aquel equipo de La Masía también jugaba Messi. Y en el United (donde Piqué llegó en 2004, con 17 años), una de las estrellas era Cristiano Ronaldo, al que por aquel entonces el defensa consideraba «el mejor»... «Aunque Messi se le puede comparar, pero las lesiones le han cortado un poco la progresión», opinaba Piqué en su charla telefónica con LA RAZÓN. «Messi ya hacía [de niño] todo lo que podemos ver ahora. La duda era si lo podría repetir a nivel profesional, y la respuesta no ha tardado en llegar», aseguraba también de su amigo argentino.
Leo, que había debutado con el primer equipo en octubre de 2004, unos meses después de la marcha de Piqué a Inglaterra, terminaría de explotar en 2009 con el fichaje de Pep Guardiola por el Barcelona. Con el técnico llegó el fin de las lesiones musculares en el bíceps femoral del «10», que eran una constante en sus comienzos por la explosividad de sus carreras. Guardiola también recuperó a Piqué para su Barcelona, pese a que el central no había tenido toda la confianza de Ferguson en el United. Un fallo en un encuentro contra el Bolton marcó su último año en Manchester. Sir Alex le había prometido que iba a jugar 25 partidos, y sólo disputó 13, lastrado por ese error que supuso un gol de Anelka y una derrota. Pero Piqué ha admitido que el entrenador escocés ha sido como un segundo padre para él y siempre le agradecerá que le permitiera regresar al club de su vida.
En Manchester se quedó el niño, que echaba de menos el clima y la comida de España, para que volviera una persona más hecha. «Choca estar con gente como Giggs o Rooney. Te sientes distinto e intentas hacer cosas para caerles bien, pero después te das cuenta de que lo importante es ser tú mismo para hacerte un hueco», aseguraba Piqué sobre cómo fue su primer día con el primer equipo de los «red devils». Hasta a un jugador acostumbrado a ser un líder, como había sido en la cantera del Barça y en las categorías inferiores de la selección española, le imponía ese escenario.
Lo que vivió allí durante sus tres años en Manchester, con uno en medio en el que estuvo cedido en el Real Zaragoza, le hizo madurar. Justo antes de volver al club del que salió se vivió la última eliminatoria que han disputado en la Liga de Campeones el Barcelona y el Manchester United. Eran las semifinales de 2008 y Piqué iba a ser titular en la ida en el Camp Nou por la lesión de Vidic. Pero horas antes de empezar, Ferguson le comunicó que no podía jugar, porque ya estaba casi cerrado su regreso al Barça y en caso de que tuviera un mal partido podía haber suspicacias. Ganó el conjunto inglés (0-0 en la ida, 1-0 en la vuelta), que finalmente se proclamaría campeón. Después, con Gerard Piqué ya de azulgrana, llegó la venganza en las finales de 2009 (2-0) y 2011 (3-1).Piqué, a los 32 años, está protagonizando, posiblemente, la mejor temporada de su carrera, por lo que aporta atrás, en defensa, y también en ataque, con siete goles. El de mañana será su primer partido oficial en Old Trafford después de sus años allí. «Vuelvo a mi segunda casa», escribió en Twitter cuando se conoció el resultado del sorteo. Por eso si marca, no lo celebrará por respeto a su pasado.
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