El partido que Carlo soñó

«¿Tiene alguna deuda pendiente, quiere decir algo a alguien?», le preguntaron a Ancelotti después de ganar la Copa al Barcelona. «No», aseguró. «¿Se siente el vencedor de este partido?», le volvieron a preguntar ayer: «No tengo una ambición personal, el fútbol a mí me ha dado mucho. Aquí el que gana es el Real Madrid. Tengo la suerte de entrenar a este equipo. Y tengo que hacer todo lo posible para lograr los mejores resultados», contestó. Sin sacar pecho, sin escenas llamativas, sin una palabra de más, Ancelotti está dejando su poso en el Madrid con una tranquilidad que empieza a ser sorprendente.

Ha dejado atrás todas las dudas que despertaba en los aficionados primero y a veces en el club, tras algunas decisiones controvertidas al principio de temporada. Pero los resultados le dan la razón. Es el entrenador que ha llevado al equipo a la final de la «Champions»: «Tengo que darle las gracias a mis jugadores porque después de 12 años este equipo volverá a jugar una final de Champions. Llegar a la final es un primer objetivo. Salvo en Dortmund, hemos hecho una ''Champions'' fantástica».

Ha sido en estos últimos partidos importantes donde más se ha notado la mano del técnico. Su experiencia ha sido clave para que el Madrid acabe la eliminatoria contra el Bayern de Guardiola con cinco goles a favor y ninguno en contra: «Siempre esperamos un partido perfecto y éste lo fue. La primera parte fue fantástica, pero no estoy sorprendido porque estos jugadores son capaces de ello. La primera parte defendimos muy bien, muy arriba y utilizamos una contra por el suelo muy eficaz. El partido cambió a balón parado, que lo habíamos preparado muy bien».

El entrenador volvió a explicar su sistema: «El 4-4-2 es sólo para defender. Cuando tenemos el balón jugamos como siempre. El primer sistema nos permite no abrir huecos entre líneas y lo hemos conseguido». Pero, como ha repetido estos días, ya no es el sistema lo importante. Lo es más la cabeza: «Las ganas de trabajar que tiene este equipo y este club es por lo que pasó en el pasado. Tres semifinales y no llegar a la final es un gran palo. Si a esto le sumas la posibilidad de ganar la ''Décima'', es normal que el equipo tenga una motivación extra».

Esa motivación que quizá faltó en los futbolistas del Bayern: «Enhorabuena al Madrid, lo han merecido, sobre todo por el primer tiempo», explicó ayer Guardiola, con menos mensajes dobles que en el Bernabéu: «Es una noche difícil. La razón de la derrota no está relacionada con la posesión. Se juega con el balón y luego hay otras cosas. No jugamos bien entre nosotros. Lo hicimos bien en Madrid, pero no en el primer tiempo aquí. Cuando no tienes control, no tienes opciones, así de claro».

Guardiola sabe que le esperan días difíciles, pese a que ya ha ganado la Bundesliga: «Cuando pierdes 0-4, digas lo que digas no tienes razón. A mí me gusta jugar con el balón, ellos ponían mucha gente a la espera de recuperar y salir a la contra. Cuando juegas mal, no compites. No es que no corras, los jugadores se esfuerzan, ésa no es la cuestión. Es lo que nos ha pasado. Sí, sí espero críticas».