Esperando a Messi

El argentino no se entrenó ayer y hoy se le harán pruebas para conocer su estado tras el golpe que sufrió ante el Valencia. Su presencia en el clásico está en el aire.

Desde el pasado sábado, el Barcelona está pendiente de lo que sucede con Messi. Si en el equipo azulgrana miran los antecedentes, las dos últimas veces que se ha enfrentado al Real Madrid sin su estrella en el equipo titular terminaron con triunfo (0-4 en el Bernabéu en 2016 y 5-1 en el Camp Nou esta temporada), pero ése es poco consuelo. El juego del Barça gira alrededor del argentino y cuando él participa no es una garantía de éxito, pero sí aumentan las posibilidades. Es el futbolista más determinante, el máximo anotador en la Liga (21 tantos), y además está en racha (11 goles en lo últimos 9 partidos en los que ha participado [desde el 16 de diciembre], con al menos un gol en cada uno de ellos). Pero el golpe que le dio Leto en el aductor con la rodilla en el partido contra el Valencia hace peligrar su presencia en el clásico de mañana. En el club mantienen el misterio. De lo poco que se ha filtrado es que el jugador tiene una contractura en la zona y un hematoma. Cuando el músculo recibe un impacto así, para defenderse y evitar que alguna fibra se rompa, suele contracturarse. Si sólo es un golpe, dos o tres días son suficientes para estar en condiciones, aunque el dolor es siempre el que marca el ritmo.

De todas formas, el futbolista tiene que hacerse una ecografía para descartar algura rotura en el músculo. No lo parece, porque después de lesionarse ante el Valencia volvió a jugar, eso sí, con miedo y precauciones (además, en caliente es posible continuar pese a tener algo más grave). Estaba previsto que la prueba se la hiciera el lunes, pero van a esperar a hoy. El equipo azulgrana descansó el domingo y a Messi no se le vio ayer con el grupo. Hizo trabajo específico en el gimnasio. La intención de Valverde es la de no arriesgar en caso de duda, ya que el mes de febrero lo tienen muy cargado, con partidos importantes en todas las competiciones. «Si está bien, jugará», aseguró el entrenador del Barcelona, quizá ya despistando, manteniendo la duda, como suele suceder en estos casos.

En ninguno de los partidos de ida de la Copa del Rey de este curso el Barcelona ha contado con su futbolista estrella, al que el «Txingurri» sólo recurrió para la vuelta de los octavos de final, porque los azulgrana tenían que remontar el 2-1 ante el Levante; y para la de cuartos, con el más difícil todavía de tratar de dar la vuelta al 2-0 contra el Sevilla. La diferencia es que en semifinales la ida es en el Camp Nou y el rival es el Real Madrid. Messi tiene ganas de participar, porque ya se perdió el único duelo entre ambos de esta temporada, en Liga. Además, es uno de sus rivales preferidos, al que ha marcado 26 goles en 38 partidos. Eso sí, ninguna de esas dianas ha llegado en la Copa, en la que se ha enfrentado cuatro eliminatorias. Tres veces perdió (las finales de 2011 y 2014 y las semifinales de 2013) y otra ganó (los cuartos de final de 2012).