Y si Alpine y Alonso no tienen Plan B

Hace escasas semanas, el equipo Alpine de Fórmula Uno vivió una revolución con altas y bajas de personal que no anunciaban nada bueno. Días antes de emprender una nueva etapa en la F-1, el director de la escudería fue despedido. Sucedió poco después de que el susodicho director hubiera prescindido de algunos ingenieros. El asesor principal, el tetracampeón Alain Prost, también fue invitado a marcharse tras ofrecerle una renovación a la baja y para intentar maquillar la situación ficharon a Otmar Szafnauer, que, en sólo unas semanas, aunque en la sombra llevara más tiempo, poco o nada puede hacer todavía. Y todo esto viene por el pobre rendimiento que los Alpine de Ocon y Alonso ofrecieron en el primer asalto de la temporada. Puede que lo vivido el fin de semana en Baréin ya lo avisara el simulador en la fábrica y en pista se confirmaron todos los malos pronósticos. El nuevo coche ha estado por debajo de las expectativas y lo peor de todo es que nadie en Alpine contaba con las prestaciones de la nueva unidad de potencia de Ferrari, que ha aupado también a sus clientes, Haas y Alfa Romeo, dos escuderías que en 2021 estaban a la cola de la parrilla. El motor de la estructura gala tampoco demostró demasiada competitividad, aunque ellos afirman que aún están en proceso de testar todas sus posibilidades a la espera de poder hacer más pruebas. Visto lo visto, y todo lo ocurrido días antes de empezar la temporada, se puede decir que Alpine está en la misma situación que Ferrari hace dos años. No tenían nada que hacer frente a Mercedes y Red Bull y, entre todos, decidieron darse un plazo lo suficientemente amplio para poder rehacerse y volver como lo han hecho.

Para Ferrari no fue fácil porque existe una presión muy elevada y Alpine deberá hacer lo mismo. En la F-1 no se consiguen las cosas de un día para otro. El éxito de Haas y Alfa Romeo es fruto del motor, pero también de una apuesta clara por el nuevo reglamento. Pero eso sí, hay que decir que ambos equipos van muy de la mano de Ferrari, aunque la normativa separe muy bien lo que son estructuras satélites como ocurre en el caso de Red Bull y Alpha Tauri. Puede que ambos equipos hayan servido a Ferrari para probar cosas durante la temporada pasada, sobre todo a nivel de motor, y ese tiempo invertido empezó a dar sus frutos el pasado año.

Nada más terminar la carrera, Alonso se mostró contento por haber puntuado y eso que hay que tener en cuenta que dos habituales de la parte alta de la tabla, los dos Red Bull, abandonaron. Es decir, en condiciones normales no hubiera sumado nada.

Y lo que es más extraño, su compañero Ocon terminó por delante del asturiano. «No fue fácil con la alta degradación de los neumáticos, que, en cualquier caso, todos esperábamos antes de la carrera. Tuvimos que defender mucho durante la primera parte de la carrera y tuvimos que apretar bastante, así que tal vez eso no fue del todo ideal. Tenemos que seguir aprendiendo sobre estos neumáticos nuevos y probablemente será uno de los asuntos más importantes durante la temporada», advirtió Alonso. «En general, creo que adelantar es más fácil ahora, porque los neumáticos están todos a diferentes niveles y es más fácil seguir a los coches de delante», afirmó el asturiano en Baréin, más serio de lo habitual. Tal y como ha quedado demostrado con Ferrari, rearmarse y volver a ser un equipo competitivo no es cuestión de días ni semanas ni siquiera meses.