Carlos Sainz: «Luchar con Alonso me ha enseñado mucho»

Le llena de orgullo que se le relacione con Red Bull, Ferrari o Mercedes. Su objetivo en 2017 es cerrar lo mejor posible su paso por Toro Rosso para que se le abran las puertas de una escudería grande en 2018

En la Fórmula Uno cada detalle cuenta. Por eso, para Carlos Sainz (Madrid, 1994) el peor momento del curso pasado fue el podio que se le escapó en Mónaco por causas ajenas a él. «Estoy convencido de que hubiera cambiado mi carrera deportiva. Mi primer podio en Mónaco, en lluvia, con un Toro Rosso...», lamenta. Ahora prepara su tercera temporada en el segundo equipo de Red Bull, esperando que en 2018 le llegue la opción de ir a un grande.

–¿La F-1 es como imaginaba?

–Sí, podríamos decir que la mayoría de lo que me esperaba se ha cumplido y es casi como imaginaba. Es un sueño, vivir la Fórmula Uno es lo que siempre me ha apasionado.

–No es novato ni veterano...

–Estoy entre medias, en un punto importante de mi vida. 2016 ha sido un año muy bueno y me gustaría seguir esta progresión. Quiero rematar mis temporadas en Toro Rosso con otro buen curso y abrirme todas las puertas posibles para 2018.

–¿Qué siente un chico que soñaba con alcanzar la F-1 al ver su nombre relacionado con el futuro de Red Bull, de Ferrari, de Mercedes...?

–Pues se puede imaginar. Estar simplemente en una lista, aunque sean rumores periodísticos, junto a estos equipos me llena de orgullo, quiere decir que se hacen las cosas bien. Me voy haciendo un nombre, que es a lo que he venido aquí.

–¿En la F-1, como en fútbol, el piloto corre donde quiere?

–No, hace falta un hueco. En un equipo de F-1 son dos pilotos, en fútbol hay 21. Es difícil hacerse un lugar en los equipos punteros, que se arriesgan menos a coger gente joven. Prefieren pilotos ya establecidos, que saben que les traerán resultados inmediatos. Ir a un equipo grande es muy difícil y necesitas que se unan varias circunstancias.

–¿Cuándo termina su contrato con Red Bull?

–Se renueva anualmente, como ha sucedido en junio, y sí, lo renueva Red Bull, pero yo también tengo cosas que decir.

–Rosberg se ha retirado con 31 años y su padre está a punto de irse al Dakar otra vez...

–Con 54 años, con dos Mundiales, un Dakar... Tiene su mérito y el tío lo prepara como si fuese un chaval de 20 años. Con la misma ilusión. Dice mucho de él y de la razón por la que ha conseguido llegar a lo que ha llegado. Lo veo todos los días en casa entrenando a conciencia. Para mí es un referente y un tremendo ejemplo.

–Con él cerca, no se le pasa por la cabeza hacer un «Rosberg»...

–Respeto lo que ha hecho Nico, pero por lo que he vivido en casa y por lo que tengo dentro de mí, creo que no va a ser mi caso.

–¿Le han dicho en Red Bull por qué no le dejaron ir a Renault?

–No me permiten hablar mucho de ello, pero era una oferta interesante, que me hacía mucha ilusión. Es un equipo con el que he visto ganar a Fernando Alonso y suponía que en dos años habría conseguido firmar un contrato. Al final, por una cosa u otra, Red Bull y yo decidimos esperar.

–¿Cómo se lleva con Fernando?

–Para mí es un honor luchar cada carrera con él, que es mi ídolo de la infancia. Aunque fuese por un octavo puesto sigue siendo Fernando. Unas veces ganaba yo, otras él, pero haber luchado con él me ha enseñado mucho este año y me ha preparado de cara al futuro si algún día tengo que luchar por las victorias.

–¿Lo ve cerca del título otra vez?

–Lo veo con ganas y con fuerza... Con coche, todavía no lo sé. Después de la primera carrera sabré si lo va a luchar o no.

–El nuevo reglamento va a favorecer a...

–Nadie. Es empezar de cero y ver qué equipo da con la tecla. Es una oportunidad, habrá los que la aprovechen y los que no.

–¿Hay amigos en la F-1?

–No sé si se llega a la amistad, pero entre pilotos hay respeto, sobre todo con los que llevan más tiempo, que a los jóvenes nos han acogido muy bien. No hay amigos, pero sí cierto aprecio.