«Un gol puede cambiar un partido y esto ha sucedido aquí», decía Benzema sobre el primer gol del Real Madrid en Anfield. En un momento en el que parecía que todo se acababa casi antes de arrancar, con 2-0 en contra y toda la grada rugiendo, en ese infierno, apareció Vinicius, cómo no, para sacarse un disparo que no parecía estar en su repertorio, como si fuera un «9» de área. Fuerte, colocado y antes de que el portero pensara que podía apuntar a ese sitio, tirando de los suyos a base de pólvora.

Esa fe del brasileño arrastró al resto de madridistas a una noche de ensueño, una manita en Anfield que nunca nadie había conseguido en toda la historia de las competiciones europeas. Y el primer protagonista de todo eso fue Vinicius, un chico del que decía Jürgen Klopp en la previa que ya es leyenda del Real Madrid por haber marcado un gol en una final de la Champions.

Pero el brasileño trabaja para mejorar, porque siempre quiere más, y en Liverpool confirmó que es un futbolista de partidos grandes. Su actuación en Anfield le concede varios puntos de golpe en su carné de estrella.

Hizo con un doblete que eleva a cinco su cuenta contra los «reds». Ya les había metido dos en Valdebebas en los tiempos de los choques a puerta cerrada y otro en París el pasado mes de mayo para levantar la decimocuarta. Le faltaba cantar uno en Anfield y lo hizo dos veces, pero no fue sólo eso. Antes del descanso generó otras tres ocasiones claras: un contragolpe en el que no encontró a Benzema, otro en el que le puso el balón a Rodrygo y otro disparo parecido al del 2-1 que le sacó Alisson.

«El primer gol de Vini nos ha hecho respirar», decía Courtois sobre ese punto de inflexión en el partido que recordó al del gol del brasileño en Manchester el curso pasado ante el City. Cuando puso el balón junto al palo después de una larga carrera cuando también llovía en contra del Madrid.

Ayer cambió un partido que iba camino de un calvario y acabó siendo un recital. «Vinicius ha hecho un partido increíble, como siempre», explicaba Ancelotti, rendido a su futbolista. «A día de hoy es el jugador más determinante del fútbol mundial. No hay nadie con esta continuidad de acción. No para de regatear, mete goles, da asistencias... Ojalá pueda seguir», decía el técnico italiano sobre el delantero que más remates ha hecho en esta Champions (28), porque nunca deja de intentarlo y de crecer.