Sevilla F.C.
3-0. Nervión, capital Varsovia
El Sevilla encarrila su semifinal tras arrasar a la Fiorentina
Hace tiempo que se acabaron las palabras para consignar la grandeza de este Sevilla, que ha puesto la proa hacia Varsovia, hacia su cuarta final de la Liga Europa en diez años. La Fiorentina, un señor equipo que juega como los ángeles, se marcha de Nervión desbordada por la incontenible fuerza de un rival bulímico, que ha decidido no saciar jamás su hambre de gloria.
En puridad, el 1-0 al descanso no era injusto porque ninguna decisión discutible de Brych había influido en el mismo, pero cabrían lamentos de los «viola» por la media docena de oportunidades que mandaron al limbo y porque Aleix Vidal dio en la diana con el único disparo peligroso de los suyos. Fue justo superado el cuarto de hora, en una buena acción colectiva que terminó con una dejada de Bacca para el catalán, cuyo disparo raso superó a Neto. La posición del goleador en el lateral diestro daba la razón a Emery... sólo aparentemente, porque Joaquín le montó un auténtico lío en defensa.
El portuense, partiendo desde la izquierda, no tardó ni cinco minutos en dejar solo a Mario Gómez, pero el disparo del hispano-alemán se marchó alto. Nada más marcar el Sevilla, surfeó sobre la línea de fondo para dar el pase de la muerte a Salah, pero Sergio Rico se agigantó delante del egipcio igual que hizo minutos después ante Matías en una posición idéntica. Aceptaban los sevillistas un intercambio de golpes que en nada lo favorecía porque la ventaja era importante. Todo el mundo vivía en un puro «ay» con tanta ida y vuelta pero era, de repente, como si el prudentísimo Emery hubiese decidido soltar los caballos. Sólo la inmensa capacidad de contención de Krychowiak ponía un poquito de pausa o, más bien, frenaba de alguna manera las acometidas visitantes.
Quien perdona paga, he aquí un apotegma infalible. Y bien que lo aprendió con sangre, como se dice que la letra entra, la Fiorentina, que terminó siendo ese equipo bello, amanerado e ineficaz, onanista en el fondo, que anunciaban sus detractores. Incurrió por su costado Aleix Vidal por enésima vez, infatigable el gerundense, y ya no lo seguían ni Joaquín ni Marquitos Alonso, el hijo del Pichón. Era para no seguirlo, de puro pesado, así que se plantó en las barbas de Neto, amagó el centro y disparó raso, flojito, con el interior al primer palo, desguarnecido por el incompetente guardameta. Ahí redobló su presión Emery, que olió sangre y se fue a noquear a la Fiorentina. ¿Por qué ganar a los puntos si se puede mandar al otro púgil a la lona? Pues eso, que entró Gameiro, el hombre que sólo sabe marcar, y coló en la portería el primer balón que tocó. El catalán quiso rematar, pero su disparo mordido pasó cerca del ratón francés, que cerró el partido y el marcador y acercó al Sevilla a la final.
- Ficha técnica:
3 - Sevilla: Sergio Rico; Aleix Vidal, Carriço, Kolodziejczak, Trémoulinas; Krychowiak, Mbia (Iborra, m.73); Reyes (Coke, m.58), Éver Banega, Vitolo; Bacca (Gameiro, m.75).
0 - Fiorentina: Neto; Tomovic (Richards, m.46), Savic, Gonzalo Rodríguez, Marcos Alonso; Matías Fernandez, Badelj (Pizarro, m.68), Borja Valero; Joaquín, Mario Gómez (Ilicic, m.80) y Salah.
Goles: 1-0, M.17: Aleix Vidal. 2-0, M.52: Aleix Vidal. 3-0, M.75: Gameiro.
Árbitro: Felix Brych (Alemania). Amonestó a los locales Carriço (m.46) y Krychowiak (m.83), y a los visitantes Marcos Alonso, Borja Valero (m.78) y Gonzalo Rodríguez (m.94).
Incidencias: Partido de ida de las semifinales de la Liga Europa disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante cerca de 40.000 espectadores, entre ellos unos 1.500 italianos. Césped en buen estado. EFE