Atlético de Madrid

0-2. El Atlético se ausentó

El Espanyol asalta el Wanda y es el primer equipo que gana en el feudo rojiblanco en Liga. Goles de Savic, en propia puerta, y de Leo Baptistao tras el descanso. Reapareció Filipe Luis y lesión de Vitolo

El delantero del Atlético de Madrid, Fernando Torres pelea un balón con el centrocampista del Espanyol, David López / Foto: Efe
El delantero del Atlético de Madrid, Fernando Torres pelea un balón con el centrocampista del Espanyol, David López / Foto: Efelarazon

El Espanyol asalta el Wanda y es el primer equipo que gana en el feudo rojiblanco en Liga. Goles de Savic, en propia puerta, y de Leo Baptistao tras el descanso. Reapareció Filipe Luis y lesión de Vitolo.

Si se tratase de un combate de boxeo el árbitro hubiera parado el combate y descalificado al Atlético por falta de combatividad. Entre la alineación de Simeone –Godín y Griezmann no tuvieron ni un minuto–, el cansacio físico, la lesión de Vitolo –el único que se había asomado a la portería de Pau López– y el perfecto planteamiento del Espanyol, con un Gerard Moreno espléndido, los rojiblancos se marcaron el peor partido del curso ante un rival que ya le ganó en Cornellá y que es el primero que asalta el Wanda. Ni un pero a su triunfo, ni un pero a su disposición, a su táctica y a sus ganas de lavar la imagen que había mostrado con Quique en los últimos partidos.

Si el Espanyol lo hizo todo bien, el Atlético lo hizo todo mal. Jugó con tres centrales y dos carrileros, Vrsaljko y Filipe Luis, pero la variante táctica fue un fiasco. Lo único positivo, el regreso del brasileño, que volvía 52 días después de romperse el peroné. La manija fue para el capitán Koke, pero ni él ni su lugarteniente Thomas estuvieron finos con el balón. Además, el equipo abusó del balón largo y dio mucha ventaja a los defensores blanquiazules. Se supone que allí estaban Gameiro y Torres para inquietar a Pau López. No dieron señales de vida, no remataron, corrieron, a veces, con la intención de presionar, pero el Atlético de ayer era anárquico, deshilachado, con las líneas separadas. Tenía los pies en el Wanda y la cabeza en Lyon o en otra parte. Así lo más destacado fue un disparo de Vitolo antes de lesionarse. El canario pidió el cambio y Simeone tiró de Arona, un canterano del filial, 23 años, al que el debut le vino grande. La verdad es que le ayudaron poco sus compañeros.

Gerard Moreno, gran futbolista el catalán, obligó a Oblak a meter una buena mano y el balón se fue al poste. Era el primer aviso del Espanyol que en la segunda parte ya no avisó. Melendo, en colaboración con Savic, batió a Oblak y después fue Leo Baptistao el que firmó el asaltó al Wanda. Triunfo incontestable ante un Atlético que no dio una a derechas, que se mostró inoperante, que no sacó provecho del balón parado y que se marchó con muchas dudas. El experimento fue un fiasco.