La renovación inminente de Simeone

Quedan muy pocos días para que el Atlético de Madrid anuncie la renovación de Simeone. Será la confirmación de una continuidad en el banquillo que se irá, como mínimo, más allá de dos lustros. Es algo histórico no sólo en el club rojiblanco, también en el fútbol español. La parroquia rojiblanca sigue celebrando aún la consecución del título de Liga bajo un clima tranquilo, sin sobresaltos, desde la satisfacción que da el éxito logrado sin temor a que llegue el final de un ciclo que, hoy por hoy, este lejos de producirse.

Si algo han dejado claro esta temporada y la celebración del título es que el técnico argentino es la estrella del equipo por delante de cualquier jugador de campo. Simeone es el responsable directo de la evolución que ha vivido la entidad durante estos años y sabe, o debería saber, que en ningún lugar del mundo estará como está en la que es su casa.

Con Andrea Berta en la dirección deportiva y Miguel Ángel Gil en la gestión, forma un tridente que en términos americanos bien podría denominarse «Big three». Cada uno en la parcela que le corresponde ha llegado a un nivel de entendimiento general y de logro de sus objetivos cuyo éxito se nota sobre el césped. Los números y los datos no hacen más que respaldar el trabajo de los tres.

El idilio continúa y favorece la oportunidad de seguir surfeando la ola que permite al club situarse cada año un poco más cerca de los poderosos, teniendo todavía bastantes menos medios. En mantener la ambición y distanciarse del conformismo radicara el éxito de los años venideros. Ser campeón de Liga siete años después no debe ser motivo para estancarse. La presencia de Simeone es la mejor garantía de que no será así.