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Fútbol

Osasuna-Atlético de Madrid. El Atlético recupera la tranquilidad (0-3)

Un gol de Joao Félix a los tres minutos le puso en camino de la victoria que remataron Luis Suárez y Correa

Joao Félix celebra su gol
Joao Félix celebra su golAlvaro BarrientosAgencia AP

El Atlético tenía más dudas que certezas y las despejó todas con el gol de Joao Félix a los tres minutos. De repente, los córners dejaban de ser una amenaza para convertirse en un arma a favor, como en los viejos tiempos. Y el portugués, deseado cada vez que comienza los partidos en el banquillo y discutido cada vez que Simeone le hace un hueco en el equipo titular, aportaba un poco de tranquilidad en el alterado ánimo de su equipo.

La tranquilidad creció cuando Luis Suárez remató directamente que correr medio campo. El resultado fue un golazo con la pierna izquierda a pase de Joao Félix, que había lanzado a su compañero desde el borde de su área. No hubo más contacto entre el pie del «9» del Atlético y el balón.

Dos toques fueron suficientes para un gol. Joao Félix se la dio de primera a Suárez y el uruguayo hizo lo mismo en el remate. Pero contaron con la ayuda de la defensa osasunista. Nacho Vidal se despistó y en vez de conservar la marca individual, como mandan las normas en esas jugadas, le dejó recibir sin nadie alrededor. Tampoco estuvo hábil Herrera en el regreso hacia su portería.

Correa, no podía faltar, remató la victoria en los instantes finales para devolver al Atlético, aunque sea momentáneamente, a los puestos de acceso a la Liga de Campeones.

Entre medias no todo fue tan sencillo como dice el marcador para el equipo de Simeone, que sólo se acercó a la portería de Herrera en una ocasión más, en un remate de Marcos Llorente que detuvo el portero osasunista.

Las dudas se despejaron en el marcador, pero no acabaron de borrarse en defensa, donde el Atlético sufrió, especialmente en los córners. Por ahí estuvo cerca de igualar Osasuna el marcador, pero el remate de Budimir se marchó al poste después de un rebote sin que Oblak hiciera otra cosa que mirar. El esloveno consiguió, por fin, mantener su portería a cero, aunque a veces utilizara métodos poco ortodoxos, como un despeje que hizo con el pecho después de un remate de Nacho Vidal.

El Atlético recuperó la contundencia de otros tiempos. Nunca ha necesitado demasiadas ocasiones para ganar los partidos y Osasuna consiguió optimizar las que tuvo. Aunque en defensa sufriera en la segunda mitad. Porque los navarros le pusieron ganas y nunca se dieron por derrotados.

Pero las ganas no son suficientes y, aunque el Atlético dio algún síntoma de debilidad en su área, Osasuna no consiguió batir a Oblak.

Para el Atlético los últimos minutos fueron de paz y hasta le dio tiempo a encontrar algunas buenas noticias, más allá del gol de Correa, que sigue sumando para ser el mejor rematador de su equipo esta temporada. Como el canterano Serrano, un centrocampista de posición y de pelea que estuvo en el origen del gol del argentino.

Simeone y el Atlético jugaban con un ojo en la eliminatoria de Liga de Campeones contra el Manchester United. Por eso Correa se quedó en el banquillo en el comienzo y también por ese motivo se esperaba la reaparición de Griezmann.

Pero el francés vio todo el partido desde el banquillo. El trabajo lo habían hecho bien sus compañeros –marcaron los tres delanteros que jugaron– y Simeone prefirió proteger la zona trasera en su habitual baile de sistemas durante el mismo partido y dio entrada a Kondogbia en lugar de Luis Suárez, por ejemplo.

El Atlético vuelve a mirar al futuro con optimismo después de unas semanas complicadas.