Opinión

El Atlético, un día más en la oficina

La temporada del equipo de Simeone es de aprobado, pero el equipo necesita mejorar

Simeone saluda a los aficionados rojiblancos antes del partido ante el Sevilla
Simeone saluda a los aficionados rojiblancos antes del partido ante el SevillaGonzalo Pérez MataLa Razón

Como ha ocurrido ya varias veces a lo largo de la temporada que está a punto de acabar, el Atlético dejo escapar dos puntos del Metropolitano que le hubieran garantizado la tercera plaza sin estar obligado a hacer lo mismo que el Sevilla en la última jornada del campeonato. Contra un equipo que ha llegado al final de la Liga en estado de emergencia, los de Simeone acusaron su habitual falta de puntería primero y las excesivas variantes tácticas después, para ganar un partido que por ocasiones se pudo llevar.

Para el recuerdo de la penúltima jornada sólo quedará la vuelta de honor de Luis Suárez al finalizar el encuentro que, acompañado por sus hijos, recibió el cariño de una afición que no pudo disfrutar de sus mejores momentos como colchonero por la dichosa pandemia. Héctor Herrera cogió el testigo en un día con el adiós como protagonista. El mexicano se marcha a la liga americana con la sensación de que se ha explotado muy poco a un futbolista de enorme calidad y con la capacidad de hacer mejores a sus compañeros. En los tres años que ha estado en el club, el mejor fútbol que se vio por parte del equipo fue con él de titular durante la primera vuelta de la temporada pasada, cuando el Atlético terminó proclamándose campeón.

Ganando en Anoeta la semana que viene, el club se aseguraría siete millones de euros por ser tercero, pero la reflexión a partir del día siguiente debería estar alejada del conformismo habitual. En lugar de valorar el ciclo del Cholo Simeone cuando no toca, recordando los indiscutibles logros del argentino en estos últimos diez años, convendría hacer una autocrítica, que hasta el momento ha sido tremendamente tibia.

Hay que esperar bastante más de un equipo que no debería darse con un canto en los dientes por clasificarse para la Liga de Campeones de turno. La temporada es de aprobado sin más, pero parece evidente que el alumno debe mejorar si se pretende aspirar a algo más el próximo curso. Flaco favor se le hace al club si la comparación se hace con los peores equipos rojiblancos de su historia. Estamos en un momento en el que hay que mirar más arriba porque lo de este año se ha quedado en poco más que un suficiente raspado.