La columna de Gonzalo Miró. Simeone jugó contra el Cholismo

Mientras España se proclamaba campeona de Europa del Eurobasket al derrotar a Francia en la final, en una tremenda hazaña llevada a cabo por Sergio Scariolo y los suyos cuando apenas se contaba con ellos, el foco futbolístico estaba puesto en el Metropolitano, donde el Atleti tenía la obligación de ganar para no descolgarse de la pelea por el título antes de terminar septiembre. Si el año pasado la polémica mediática la protagonizaba el hacer o no el pasillo, esta vez tocaba poner a los rojiblancos como malos de la película si se molestaban por las burlas que Vinicius tiende a regalar a las aficiones rivales.

La operación pinchó en hueso, intentando poner a Koke de malo del asunto, cuando el canterano rojiblanco es un trozo de pan. Sobre el campo, los de Simeone hicieron los mejores minutos de la temporada, construyendo juego desde la posesión de la pelota y convirtiendo al portero en el mejor jugador rival, pero sufriendo la contundencia del Real Madrid, que aprovechó los errores de una defensa de cinco que sigue sin compensar y terminó llevándose el triunfo. Con muy poco, los de Carlo Ancelotti se pusieron 0-2, con los goles de Rodrygo y Valverde, y mostraron una contundencia defensiva digna de equipo serio.

Se echó atrás cerrando líneas, buscando algún contragolpe del protagonista de la previa y poco más. El Atleti lo intentó de varias maneras, cambiando perfiles de jugadores e incluso el sistema a falta de 20 minutos, pero cuando llegó el gol que ponía al Real Madrid contra las cuerdas, el árbitro decidió, interpretación de Ceballos mediante, expulsar a un Mario Hermosorevolucionado, facilitando los últimos minutos al equipo visitante.

Más allá de la buena intención del equipo ayer en el derbi, la realidad del Atleti es que está ya a ocho puntos del líder cuando apenas se han disputado seis jornadas, a un paso de no competir por la Liga, situación que se da cada año con más antelación. Haría bien el equipo en relajar la presión y liberarse lo suficiente como para poner en práctica varias cosas, porque si la idea del técnico argentino es seguir jugando con el sistema actual, aún le queda demasiado trabajo por delante.