Restringido

Carlo, más que un gestor

La Razón
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De nuevo Ancelotti ha sido capaz de reinventar a este Real Madrid. Después de haberse proclamado campeón de Europa y firmar una gran temporada, llegó la cita mundialista. Y para la mayoría de los componentes de la plantilla blanca el torneo les dejó un amargo sabor de boca. En verano, el italiano se encontró con la obligación de recuperar anímicamente a muchos de sus hombres. También dejaron la entidad Di María, Diego López, Xabi y Morata, muy importantes para él.

- Críticos equivocados

Las críticas por todo ello fueron tremendas y según algunos especialistas, las bajas del argentino y el tolosarra significaban poco menos que la desintegración de un gran equipo. ¡Qué equivocados y lejos de la realidad estaban todos estos críticos! Recordamos que el club acababa de dejar atrás a un gran entrenador, Mourinho, y tres años un tanto convulsos. Y Ancelotti no sólo apaciguó los ánimos en todos los estamentos. Conquistó la Décima y recuperó a un estandarte como es Iker Casillas.

- Constante evolución

Lo más importante fue que dotó al equipo de una fortaleza y confianza extraordinarias y un fútbol de mucha calidad. Hombres como Isco y James no sólo pusieron al servicio del colectivo su fantástico talento, sino también una entrega y un sacrificio enormes. Otra de las grandes virtudes de Ancelotti es la de encontrar el sistema que mejor encaja con las condiciones del plantel. Y la constante evolución es otro de sus puntos fuertes. El vestuario (¡qué gran mano izquierda!) está más unido que nunca, forma una piña y todos se consideran importantes. Ancelotti no sólo es un extraordinario gestor de grupos, sino también un gran entrenador.