El Barcelona incrementa a once puntos su ventaja sobre el segundo después de golear a un Betis temerario que se desfondó en la segunda parte. Dobletes de Messi y de Luis Suárez.

Los tropiezos del Atlético y del Valencia en la jornada sabatina dejaban al Barcelona una ocasión pintiparada para liquidar anoche la Liga en el campo del Betis. No la desaprovechó el líder, que ya saca once y catorce puntos a sus principales perseguidores, por llamarlos de algún modo.

Setién se desmiente

Decía en la víspera Quique Setién, un entrenador muy rumboso con un alto concepto de sí mismo, que prefería un empate a seis a un empate a cero. Sin embargo, la presión adelantada que ordenó, una disposición casi idéntica a la del Barcelona, propició un atasco monumental en la primera mitad, en la que sólo un tiro de Guardado a los tres minutos aceleró el pulso a Ter Stegen. Por lo demás, los primeros 45 minutos fueron un pestiño en el que los dos porteros actuaban como lanzadores de sus atacantes, al estilo de los quarterbacks de la NFL, y en la que el líder sólo tuvo una aproximación seria, protagonizada por Sergi Roberto, quien disparó alto tras combinar con Luis Suárez.

Se rompió Vermaelen

El central belga es sin duda el gran hallazgo de Ernesto Valverde esta temporada. Su actuación, como tantos otros días, estaba siendo impecable hasta que se llevó la mano a la parte trasera del muslo al medirse en una carrera con Sergio León. Justo antes del descanso, reapareció Samuel Umtiti, cuya vuelta estaba prevista para la semana próxima, y su ausencia precipitará seguramente el debut de Yerri Mina. El colombiano llegaba, según dijo, dispuesto para jugar ya y la desgracia de su compañero hará que se cumpla su deseo.

Fabián, señalado

Quiso recomponerse el Betis, que había terminado el primer tiempo muy fatigado, a la vuelta del descanso pero el aire para presionar no le duró ni un cuarto de hora. Suárez atrajo a la defensa hasta elñ centro del campo y sirvió a Rakitic, que se escapó en carrera de Fabián y aprovechó el latifundio que se abría ante él para galopar hasta Adán y batirlo por bajo. El prometedor mediocentro bético también quedó retratado en el tanto de la sentenciam una pérdida suya ante Busquets, que habilitó a Messi para que el crack hiciese el 0-2.

Sin fuerzas

Los dos golpetazos consecutivos noquearon a un Betis empeñado en asumir tremendos riesgos pese a que el encuentro estaba perdido y la energía necesaria para alejarse tanto de su área escaseaba. Luis Suárez aprovechó la gentileza para coronar su partidazo con una gol espléndido, al rematar de volea un centro de Rakitic, que le devolvía así la asistencia del primer gol. Messi completó su doblete con una de esas diagonales tan suyas, finalizada con sutileza junto al palo y terminó el partido levantando una ovación en el Benito Villamarín, rendido ante su magia inigualable.