El grito del mejor

Ronaldo ganó con mucha claridad el trofeo al mejor de 2014. Tras los agradecimientos, lo celebró con una exclamación sin palabras

Cristiano Ronaldo dejó el Balón de Oro, cerró los puños y gritó como si hubiese metido uno de sus mejores goles. Fue lo último que hizo en el estrado en la gala de Zúrich, junto al premio que el mundo del fútbol le otorgó ayer por tercera vez en su carrera, la segunda consecutiva. Después de los agradecimientos, después de decir que va a seguir trabajando para superar a Messi, después de las palabras, vestido de etiqueta y como guiño a los compañeros, como un grito de guerra y de triunfo, dibujó una «u» con su boca y gritó. Hay momentos en los que las palabras no llegan para expresar lo que se siente. «La gente y los entrenadores saben que siempre hago eso cuando marcamos gol. Ellos en el entrenamiento o cuando ganan hacen lo mismo. Es un grito de nuestro equipo», explicó después el mejor futbolista de 2014.

Fue un gesto de compañerismo de Ronaldo, que ganó y lo hizo por goleada. No hubo ninguna competencia en los votos finales: el año del futbolista del Madrid superó al del irregular Messi y también al Mundial que, con Alemania, conquistó Neuer. Ronaldo consiguió el 37 por ciento de los votos y, al final, el azulgrana fue segundo con muy poca ventaja sobre el guardameta. Según los seleccionadores y los capitanes, en 2014 la elección del mejor estaba bastante clara: «Este año no había ninguna duda en este premio; Cristiano es un digno ganador», decía Florentino Pérez, el presidente madridista, que disfrutó con el premio de su estrella, con el gol de James y con Ramos y Kroos, junto a CR7 en el once ideal de 2014.

Ronaldo estaba emocionado, pero no lloró como sí hizo el año pasado: «La gran diferencia respecto al año pasado es que no lloré en esta ocasión. No se puede llorar siempre. Cuando se escucha tu nombre es un momento único. Obviamente estaba con confianza de que iba a ganar porque después del año que he hecho era muy difícil no ganar, pero los tres lo merecíamos. Tanto Neuer como Messi hicieron un trabajo fenomenal durante el año pasado. Estoy muy contento», decía el portugués.

Cuando oyó su nombre, se levantó, mientras Neuer y Messi ensayaban la cara de circunstancias que ponen los derrotados en estas ocasiones. Ronaldo tomó aire: «¡Quiero saludar a mi familia, a mi hijo, a mi madre! Agradezco a todos los que han creído en mí, a mi entrenador, compañeros, presidente... A todos los que me han ayudado en el Real Madrid», fue lo primero que dijo después de recibir de Henry, y con Blatter al lado, el balón dorado

Si en enero de 2014, durante la mañana, un rumor decía que no se llevaría el premio, ayer todo fue mucho más sencillo. Todo estaba claro. El Madrid mandó una gran expedición, a la espera de lo previsible, mientras que Ronaldo viajó con su madre, su hijo, su hermano y Jorge Mendes, su representante. Y como sucedió la otra vez, su hijo subió con él cuando recibió el premio. Pocas veces se ve al portugués tan feliz. Ha hecho un año para enmarcar, con 61 goles y la «Champions» como título principal. «Ha sido un año inolvidable a nivel de equipo y personalmente. Es algo único y me siento muy feliz. Esto me motiva para seguir como hasta ahora para intentar conseguir más títulos. Saludo también a mi padre, que está ahí arriba viéndome. Gracias también a la selección de Portugal y a todos los portugueses», explicaba desde el estrado. Blatter, que había apostado por Neuer, le miraba con cortesía, mientras Ronaldo no dejaba de sonreír.

Desde 2008, él y Messi se han repartido los premios. En 2007 fue Kaká quien lo ganó y desde entonces, el argentino se ha llevado cuatro y ayer el portugués consiguió el tercero. Viven una batalla constante. Se tratan con respeto y educación cuando coinciden en el campo o en eventos como ayer, pero se vigilan y se retan cuando se trata de goles, de títulos o de premios. «Es un momento inolvidable en mi carrera. No imaginé que ganaría el Balón de Oro tres veces. Espero no quedarme en esto, espero alcanzar a Messi, pero no me obsesiona. Quiero entrar en la historia del fútbol como el mejor, y esto se hace trabajando día a día», dijo con la excitación de sentirse ganador. Después, matizó sus palabras: «Lo que dije de Messi que le iba a alcanzar era en broma. No estoy obsesionado con el Balón de Oro, pero es un título muy bonito. Un trofeo a nivel individual de lo más importante. Es importante ganar cosas con el Real Madrid, ya que las posibilidades son más grandes. Estoy muy feliz y quiero aprovechar este momento. Este Balón de Oro me va a dar motivación para seguir trabajando de la misma forma e intensa. Sabía que había sido un año inolvidable a nivel de club. Tenía el corazón con mucha adrenalina».

Hoy se hará una foto con el resto de los compañeros en el entrenamiento. Con Bale, a quien Ronaldo votó en segunda posición tras Ramos. «Mi relación es fenomenal y perfecta. Es un jugador muy importante para mí y para el Real Madrid. Son situaciones que se dan en el terreno de juego», explicó ayer y ya ha comenzado a trabajar para conquistar el siguiente trofeo: el de 2015. «Yo no vivo obsesionado. Cuando las cosas salen de forma natural, todo va bien. Yo quiero ayudar al Real Madrid a conseguir títulos. Hay que estar tranquilos y estamos en un nuevo año en el que podemos ganar todo otra vez. Yo estoy con la ilusión»,

Y lo confirmaba el presidente, Florentino Pérez: «Ya trabaja para el cuarto».