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Empresa fantasma de Blatter

La entidad, de la que fue directivo, desvió a la FIFA 112 millones de euros

La Razón
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Las ramificaciones del escándalo de corrupción en la FIFA que se ha llevado por delante 17 años de Blatter en la presidencia se extiende por todo el mundo. En cada rincón del planeta aparecen réplicas del seísmo desatado la semana pasada por las justicias norteamericana y suiza. Antes de su dimisión, el máximo responsable de la organización aseguraba que se trataba de casos aislados y que él y sus más directos colaboradores estaban «limpios». Cuatro días despúes de su discurso de reelección apareció con el gesto serio para decir que se iba y su nombre empezó a sonar como investigado por el Departamento de Estado norteamericano.

Ayer, el diario «Irish Independent» aseguraba que «monsieur Sepp» fue directivo de una empresa fantasma de la FIFA en Dublín, fundada en 2001 para, supuestamente, beneficiarse de las condiciones fiscales y transferir capitales a las oficinas de la organización en Suiza.

Un análisis encargado por el «Irish Independent» a una firma de expertos reveló que «FIFA Ireland Ltd» generó un «volumen de negocio combinado» de 172,7 millones de euros desde septiembre de 2001 a diciembre de 2006. «La empresa irlandesa transfirió unos 112 millones de euros a la FIFA durante ese mismo periodo», señaló el medio de comunicación. Aunque el volumen de negocio «se sitúa en decenas de millones de francos», apuntó el texto, el impuesto de sociedades de este país, uno de los más bajos de Europa, permitió que la factura fiscal de «FIFA Ireland Ltd» fuese durante ese periodo «de sólo 190.866 euros». La FIFA explicó que la compañía fue creada para facilitar la firma de acuerdos de concesión de licencias con sus socios comerciales japoneses, «en particular, en relación con el Mundial de 2002 en Japón y Corea de Sur. El tratado sobre doble fiscalidad firmado entre Irlanda y Japón ofrecía mejor protección que el antiguo acuerdo de doble fiscalidad existente entre Japón y Suiza», según la versión de la FIFA, que también asegura que «esas maniobras económicas son normales, ya que de otra manera se acabaría pagando impuestos dos veces».

Muy lejos de allí, funcionarios de la inteligencia militar irrumpieron en la sede de la Federación Venezolana, cuyo ex presidente Rafael Esquivel fue detenido la semana pasada en Suiza.