La espectacular toma desde la cámara del árbitro del tanto de Messi al Oporto: un tiro que acerca a Leo al récord histórico de goles de falta

Leo Messi hizo el ritual habitual en los lanzamientos de falta: la pelota colocada con la válvula en la zona de golpeo, la mirada al portero para saber por dónde la podía tirar, y el balón que obedece sus órdenes para ir directamente ahí, al lugar en el que Claudio Ramos, guardameta del Oporto, no podía llegar pese a la estirada. Así dejó su sello el argentino en el Mundial de Clubes. «Es una alegría muy grande. Todo el equipo hizo un gran esfuerzo, se trabajó muy bien. No sólo nos defendimos, durante el primer tiempo y hasta el segundo gol manejamos la pelota muy bien», aseguró Leo en los micrófonos de Dazn, tras un partido histórico en lo colectivo y que en lo individual acerca al «10» a otro récord.

Triunfo histórico

Como equipo, el Inter Miami se convirtió en el primer club de la Concacaf (Asociaciones Nacionales de Fútbol de América del Norte, América Central y las islas del Caribe) que derrota a uno de la UEFA en partido oficial. También lo hizo el Necaxa de México en el último intento de Mundial de Clubes, en 2000, en el duelo por el tercer puesto, pero fue en los penaltis ante el Real Madrid, no durante los 90 o 120 minutos de juego. En lo individual, es el tanto número 68 que logra de falta el exfutbolista del Barcelona, según los datos oficiales de FIFA e IFFHS (Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol). Por delante ya tiene muy cerca a Pelé, que logró, 70; y un poco más allá a otro brasileño, Juninnho Pernambucano, el exjugador del Olympique de Lyon que tenía un cañón en su pierna derecha y sumó 77. El vídeo desde la cámara del árbitro es impresionante:

Cuando Messi subió al primer equipo del Barça, el encargado de los lanzamientos libres era Ronaldinho, que fue su primer maestro y que llegó a tener un porcentaje de acierto descomunal. Después tuvo a otro, Maradona, cuyos consejos siempre ha reconocido que fueron determinantes. El «Pelusa» le dijo que acompañara un poco más la pelota cuando la golpeara, para que ella, como si tuviera vida, pudiera entender lo que querían que hiciera.

El Inter Miami se enfrenta al Palmeiras en la última jornada de la fase de grupos. Si empatan, se clasifican los dos.