FC Barcelona
Los trucos de Piqué para ocultar su infidelidad: taxis, puertas laterales y sin teléfonos móviles
El central, que sigue en el ojo del huracán tras su separación de Shakira, guarda silencio mientras su rol en el FC Barcelona está cada día más cuestionado
Gerard Piqué no atraviesa su mejor momento. Investigado por Anticorrupción por la Supercopa de Arabia Saudí, con la amenaza de un nuevo recorte salarial propuesto por el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, y su futuro en la primera plantilla y en el ojo del huracán tras confirmarse su ruptura con Shakira. La separación del capitán blaugrana de la cantante colombiana sigue siendo el asunto más comentado de las ultimas semanas.
El Periódico de Cataluña fue el primero en adelantar que el defensa habría sido pillado con una joven, lo que habría motivado su separación. Según este medio, Gerard Piqué le ha sido infiel a Shakira con una joven rubia de 20 años y que trabaja como azafata de eventos. Posteriormente se gestó el bulo de su relación con la madre de su compañero Gavi eincluso que había vuelto con su ex novia pero ambas hipótesis fueron descartadas.
Lo que si quedó demostrado fue la existencia de una infidelidad, el traslado del jugador del Barcelona a su apartamento de soltero-que compró antes de empezar su relación con la cantante colombiana- y su constantes fiestas con su compañero Riqui Puig en las discotecas “Bling Bling” y “Patrón” en la ciudad de Barcelona junto con la compañía de otras mujeres. Pero el reducto preferido por el futbolista es un bar llamado La Traviesa, al que también le acompañaba su compañero de vestuario.
Los trucos del central
Ahora, y con su rol cada vez más cuestionado en el club, han salido a la luz nuevas informaciones sobre los trucos del capitán blaugrana para ocultar su infidelidad. Según adelantó Socialité y varios medios catalanes, el defensa utilizaba diferentes estrategias para llevar adelante sus salidas clandestinas sin ser descubierto por los paparazzis.
Para que su presencia no fuera advertida apelaba a algunos ardides para distraer a los ojos indiscretos. Por ejemplo, llegaba a las citas en taxi, nunca en alguno de sus automóviles. Ingresaba al local por una puerta lateral, ubicada en una calle poco transitada. Y la mujer en cuestión lo hacía por el acceso principal.
Pero además, en el interior, Piqué disponía de un salón “reservado”, rodeado de cortinas rojas, al que sólo él definía quién entraba y quién no. Se trataría de una modalidad que Gerard empleaba con antelación. La influencer Luciana Guschmer afirmó que el zaguero solía participar en fiestas con modelos junto a otros futbolistas, también con acceso restringido. Y en las mismas había una regla irrompible: no podía haber teléfonos móviles.
La tormenta no arrecia en el club
Toda la estrategia quedó al descubierto después de que la cantante contratara a un detective, que le habría proporcionado pruebas de la infidelidad. Las revelaciones llegan cuando Piqué continúa en el ojo de la tormenta y algunos directivos blaugranas insisten en su salida.
En el club blaugrana están hartos de que el fútbol no sea su prioridad y vea eclipsado por su faceta empresarial o sus escándalos personales. Pero el asunto económico hace casi imposible su salida. A Piqué, que no se rebajó el sueldo sino que se lo difirió, le quedan dos años de contrato y, según fuentes del club, se le debe abonar 41 millones de euros por esta temporada y 41 por la siguiente, la 2023-24. Además, cuando acabe su vinculación contractual, Piqué debe percibir otros 15 millones de euros como bonus por la conclusión de su contrato. Total, unos 100 millones de euros.
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