Fórmula Cristiano

El Madrid ganaba 2-1 (dos goles de Cristiano) cuando Chiellini, que facilitó el segundo con un penalti indiscutible a Ramos que señaló el quinto o sexto árbitro, estorbó la carrera de Cristiano con el brazo a la altura del cuello, pero sin golpear, y el colegiado le mandó al vestuario. Roja directa excesiva. La Juventus, que tuteaba al anfitrión, plegó velas, lista para un sacrificio mayor. Pudo hacer Benzema el 3-1 y falló a puerta vacía. Pitos. Entró Bale por él, ni fu ni fa, y luego Morata, que rozó el tercero. La clasificación está garantizada, salvo catástrofe, y enfila hacia el Camp Nou con viento favorable y fútbol más solidario que ejemplar.

Ancelotti y Conte no escondieron sus cartas. El italiano del Madrid apostó por Pepe y Ramos; Arbeloa y Marcelo, en las bandas. Experimentos en Liga de Campeones, ninguno. Del centro del campo desapareció Isco; el rendimiento del malagueño ha decaído; Di María, en la banda derecha y Bale, en el banquillo. Al galés lo han fichado para cinco temporadas, para que sea una solución y no un problema. Tendrá que esperar. En punta, Benzema. El francés necesita confianza y el canterano entrar poco a poco, no de golpe y cargado de responsabilidad. Y el italiano de la Juve se olvidó de las bajas obligadas por lesión y con la presencia de Llorente y Tévez arriba envió un aviso a navegantes. También alineó a Vidal, calidad, fuerza y, allende los campos de fútbol, anarquía.

Aún en los albores, Marchisio intentó sorprender a Casillas con un tiro lejano y colocado que el capitán desvió a córner tras lucida palomita. La respuesta del Madrid fue colosal, internada de Khedira por la derecha –su nuevo espacio natural–, centro de éste a Di María y el pase ideal a Cristiano, por detrás de la defensa, que el portugués convirtió en gol (min 4) después de burlar a Buffon y quedarse casi sin ángulo de tiro. ¡Qué nervios!

Carlo Ancelotti masticaba el enésimo chicle con rabia y ansiedad mientras su equipo intentaba engullir a la Juve presionando muy arriba. Antonio Conte procuraba recomponer la figura de su equipo, que acusó el gol y tenía que resucitar a la fuerza. Llegaba al Bernabéu tras sendos empates ante el Copenhague en Dinamarca y contra el Galatasaray en casa. Se trataba de sobrevivir, y en pos de la supervivencia avanzó filas, estrechó marcajes, multiplicó su actividad en el centro del campo, con Marchisio, Pogba, Pirlo y Vidal, y trabajó a destajo para que Llorente y Tévez fueran protagonistas... Acierto pleno. Perdió el Madrid protagonismo en vanguardia y se lo encontró Casillas; Buffon, inadvertido. Después de tres intentos, un centro de Martín Cáceres desde la derecha lo cabeceó Pogba en el segundo palo; Iker lo despejó y apareció Llorente, libre de marca, para establecer el empate desde el suelo. El partido discurría sin dueño porque al Madrid no le duraba el balón, pero sigue utilizando «dinamita Cristiano». En un saque de falta, Chiellini se propuso dejar a Pilar Rubio sin Sergio Ramos, y le abrazó tan fuerte y con tanto cariño que lo derribó. Hay amores que matan, ya se sabe, y a Chiellini le pilló el renuncio el asistente adicional que dio la voz de alarma. Por primera vez y sin que sirva de precedente, ese árbitro de fondo sirvió para algo y avisó a Gräfe. Penalti de libro y ejecución ejemplar de Cristiano, fuerte y por arriba a la derecha de Buffon. Séptimo gol de Ronaldo en esta edición de la «Champions», y sólo van tres partidos. La temporada pasada hizo una docena.

A falta de fútbol combinativo, el Madrid se esforzó por ganar el encuentro con más garra y más fe que estilo, y con la suerte como aliada. Tanta que unos minutos después de la reanudación, Chiellini volvió a ser protagonista involuntario. Corría junto a Cristiano, sacó el brazo a pasear, no fue un codazo, si acaso una obstrucción, el madridista cayó al suelo como si le hubiesen partido la boca y el árbitro expulsó al italiano. Ganaba el Madrid 2-1, quedaba casi todo un tiempo y la Juventus, con diez y sin Llorente, relevado por Bonucci.

Ya no padecía el Madrid el acoso de la Juve, ahora encerrada, y pudo alejar cualquier sombra si Benzema, calamitoso en la acción definitiva, hubiese acertado a meter el pie, delante de la portería, sin cancerbero; pero despejó... El Bernabéu le silbó; Ancelotti le cambió por Bale, intrascendente. Luego entró Morata, tiró, ¡uy!, y el público le ovacionó. El Madrid ha espabilado; Benzema aún está a tiempo, quizás.

FICHA TECNICA.

--RESULTADO: REAL MADRID, 2 - JUVENTUS, 1 (1-1 al descanso).

--EQUIPOS.

REAL MADRID: Casillas, Arbeloa, Pepe, Ramos, Marcelo, Khedira, Illarramendi (Isco, min.74), Modric, Di María (Morata, min.78), Ronaldo y Benzema (Bale, min.66).

JUVENTUS: Buffon, Cáceres, Chiellini, Barzagli, Ogbonna (Giovinco, min.67), Pogba, Pirlo (Asamoah, min.58), Vidal, Marchisio, Tévez y Llorente (Bonucci, min.49) . --GOLES:

1-0, Min.4: Cristiano Ronaldo.

1-1, Min.21: Llorente.

2-1, Min.28: Cristiano Ronaldo, de penalti.

-ARBITRO: Manuel Grfe (ALE). Amonestó a Illarramendi (min.18), Modric (min.77) y Ramos (min.88) por parte del Real Madrid; y a Vidal (min.28) y Cáceres (min78) por parte de la Juventus. Expulsó por roja directa a Chiellini (min.47) por parte de la Juventus.

--ESTADIO: Santiago Bernabéu.