La traición de Pep

Pep Guardiola vive su peor ambiente como entrenador. Al de Santpedor no le está gustando nada el comportamiento de algunos jugadores con viajes poco profesionales. Entiende que eso, más otras actitudes, afecta al rendimiento del equipo. Por ello envió esta semana esos correos polémicos que han originado un incendio en el Bayern. La presión que tiene Guardiola ahora es muy grande y él ha contribuido a alimentarla. Ya no le vale con ganar la Bundesliga. Sólo podría salvar su honor si logra la «Champions». Para eso fue contratado.

- La puerta trasera

Su anunciada marcha del club bávaro, con toda seguridad al City (ayer mismo la Prensa inglesa desvelaba que su mujer busca casa y colegio en Manchester), no ha gustado nada. Ni al club ni a la Prensa, que lleva tiempo atizándole, ni a los aficionados. Han molestado mucho las formas poco elegantes del hombre al que le abrieron las puertas de una gran entidad para que siguiera haciendo historia, él y el club que le puso encima de la mesa uno de los mejores contratos de la historia. La teoría de Beckenbauer es que cualquier empleado del Bayern que no esté a gusto tiene las puertas abiertas, pero en el caso de Pep lo consideran una traición. Ya sólo le vale levantar la «Orejona» para no salir por la puerta de atrás del histórico equipo muniqués.