Mentiras intencionadas

Sergio Ramos se convirtió ayer en el portavoz oficioso del vestuario de la selección española. No es el de Camas jugador al que le queme un micrófono. Gustarán más o menos, pero sus palabras salen siempre desde el corazón. El central español intuye que las informaciones surgidas en las últimas horas sobre una supuesta fiesta en su hotel de concentración pueden ser un intento de desestabilización hacia la campeona del mundo. «Quizás sea una estrategia, pero en la Selección a estas alturas no estamos para desestabilizarnos por comentarios sin importancia», subrayó.

En el seno de la Selección se debaten entre la concentración de cara a la semifinal frente a Italia y la indignación por todo lo que se ha publicado. La Federación emitió un comunicado en el que se mostró muy dura con las acusaciones vertidas contra sus jugadores. «Lo que se ha publicado atenta contra el buen nombre de la selección española de fútbol y contra la honorabilidad y profesionalidad de sus jugadores. Se han vertido una serie de calumnias sobre nuestros futbolistas, que la RFEF rechaza en su totalidad y que repudia, profundamente, porque dañan su honor y el de sus familiares y amigos. La situación no va a desestabilizar la actuación deportiva del equipo español, pero sí despierta nuestra indignación por cuanto sólo pretende hacer daño gratuitamente», enfatiza el escrito.

La Federación confirmó el robo a seis de sus jugadores tras el partido ante Uruguay en la primera jornada del torneo y que se denunció «oportunamente» ante la policía brasileña, pero negó que se produjera tras una fiesta en el hotel con «caipirinha, cerveza y ''strip-poker''». «Nosotros dormimos muy tranquilos, con la conciencia limpia. Esperamos que la ley ponga a todo el mundo donde se merece y que la FIFA desacredite a este mentiroso que intenta hacerse conocido a través de una generación de futbolistas que venimos demostrando ser la mejor en los últimos años», añadió Sergio Ramos. El defensa insistió varias veces en este último argumento: «Esperemos que todo siga por el camino que nos ha marcado una trayectoria súper limpia y honesta mundialmente».

Otro de los internacionales, Jordi Alba, calificó los hechos de «falsos» y se remitió al comunicado de la Federación. El defensa nacido en L'Hospitalet prefirió centrarse en la semifinal ante Italia que se disputará mañana y que arbitrará el inglés Howard Webb, el mismo que permitió la dureza de Holanda en la final del último Mundial. «Siempre nos ha gustado jugar ante Italia y sabemos que ahora va a ser muy distinto respecto a la final de la Eurocopa. Entonces, hicimos un partido perfecto, pero ya es pasado», destacó el lateral del Barça. «Tienen un extra de motivación y nos lo van a poner muy difícil, no será tan plácido como el último enfrentamiento», convino Sergio Ramos.

El calor será otro factor a tener en cuenta, según el central del Madrid, después de las duras condiciones climatológicas con las que se encontraron España y Nigeria en el último partido. A nivel deportivo, el equipo de Del Bosque se entrenó con las ausencias de Roberto Soldado y Cesc Fàbregas, que son duda para jugar ante Italia.

«Balotelli marca la diferencia, pero es pasado»

«Balotelli es un jugador que marca la diferencia. Es muy importante para Italia, pero ya es pasado, porque no podrá jugar ni aportar nada a su selección y saldrá otro jugador con calidad que lo hará igual o mejor. Hay que estar concentrados los noventa minutos», advierte Sergio Ramos. España ya sabe lo que es ganar a Italia, la goleó en la final de la pasada Eurocopa y los ánimos de venganza motivarán a la «azzurra». «Italia, al igual que nosotros, mantiene la misma filosofía de juego y los mismos jugadores. Tienen gente joven mezclada con veterana que intentarán ponérnoslo mucho más difícil que en la última final de la Eurocopa», advierte Ramos.