Papel
0-1. ¿Alemania es España?
La campeona, como la Roja hace cuatro años, pierde el primer partido del Mundial en el que defiende título. México golpeó al inicio y se defendió después
La campeona, como la Roja hace cuatro años, pierde el primer partido del Mundial en el que defiende título. México golpeó al inicio y se defendió después.
Para su resurgir como selección de fútbol, Alemania acudió a España para ver cómo funcionaba el sistema, de la base a la cima, desde las categorías inferiores a la absoluta. Lo copió, lo mismo que la forma de jugar, el tiquitaca, la posesión, y así consiguió volver a ganar la Copa del Mundo en 2014, 24 años después de la última vez. Pero tanto quiere parecerse a la selección española que, aunque sin querer, ha copiado hasta el arranque del Mundial en el que defendía título. El equipo de Joachim Löw llegó a Rusia sin tenerlo demasiado claro, como llegó España a Brasil, con la duda de cómo hacer el relevo generacional, de si seguir apostando por los campeones o dar salida a los jóvenes. Y como la Roja, comenzó el campeonato con una derrota que incrementa la incertidumbre. No fue de manera tan drástica, ya que el equipo que dirigía Del Bosque perdió 5-1 contra Holanda, pero Alemania colapsó ante México, que firmó un partido interesante en dos tramos: primero golpear, después resistir.
En la primera parte, el equipo que dirige el excéntrico Juan Carlos Osorio desnudó a la campeona. Fiel al balón, Alemania dominaba territorialmente, pero era muy castigada cada vez que perdía la pelota. Es el riesgo de ser tan atrevido en la apuesta, algo que España también ha vivido y conoce muy bien: al estar tan tirado arriba, si el balón se pierde y la presión no se hace de forma inteligente y coordinada, el equipo se rompe. Se puede pasar de la virtuosidad al desastre si la cadena de pases se hace bien o mal. Y ayer Alemania lo hizo mal. «No hemos tenido acierto con los pases y perdimos balones de una forma no vista antes. Jugamos con pases cortos y eso hizo posible que nuestro rival nos quitara el balón con facilidad. No estuvimos concentrados», admitió Löw, el seleccionador germano. Corría el «Tri», amenazaba, y finalmente Hirving Lozano encontró el gol en una acción perfectamente llevada por Chicharito Hernández. Primero, con un toque rápido que rompió cualquier intento del rival de recuperar la pelota; después, avanzando con el esférico y finalmente asistiendo al goleador, que tuvo que hacer un quiebro a Özil antes de rematar. La única respuesta clara de Alemania fue un lanzamiento de falta de Kroos que se estrelló en el larguero después de que el guardameta Ochoa tocara la pelota lo justo con la punta de los dedos.
En la segunda parte Alemania volvió al pasado y decidió buscar el empate por aplastamiento: mucho centro al área, muchos remates desde lejos (de Reus, de Werner, de Kroos, de Kimmich...) y la entrada de Mario Gómez en los últimos quince minutos para intentar atrapar alguna pelota suelta. Todo fue muy atropellado y esta vez Alemania no se salió con la suya. Incluso pudo ser castigada de nuevo por México, que se atrevió en un par de ocasiones en las que Layún acabó rematando alto. «Tuvimos el coraje de jugar cuando se pudo y cuando tocó sufrir defendimos con la vida», opinó Juan Carlos Osorio. Su selección, México, ha sido más noticia los últimos años por los escándalos y la indisciplina de sus jugadores que por su fútbol. La última polémica fue la despedida antes de volar a Rusia, una fiesta en la que varios integrantes del equipo fueron cazados con 30 prostitutas. Pero la victoria de ayer es una de las más importantes de su historia.
Alemania, pese al tropiezo, busca no desviarse del camino. «Mantenemos nuestra táctica y no hay motivos para deshacernos ahora. Tenemos experiencia», aseguró Löw.
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