Sólo falta Iniesta

Sin él, Lopetegui dio el mando a Thiago, una de las caras de la nueva España

Dice Vitolo que él en la Selección juega hasta de portero si hace falta y Jordi Alba afirma que se encuentra igual de cómodo con cualquier delantero que elija Lopetegui para el once titular. Todos quieren ganarse la confianza del seleccionador, que no planea una revolución absoluta en la Selección, pero sí que va a imponer su gusto y personalidad en la elección de los jugadores. Lo primero que ha hecho el nuevo entrenador ha sido darle el mando del centro del campo a Thiago, un futbolista al que las lesiones frenaron en su llegada a la Roja y al que Del Bosque no se atrevió a dar todos los galones. En la última Eurocopa, Vicente prefirió siempre en el centro del campo a Cesc, un futbolista que siempre le había respondido y con el que se sentía en deuda de alguna forma, pero que no estaba en su mejor momento. El futbolista del Chelsea ha quedado fuera de la primera llamada de Lopetegui, que quiere comprobar cómo funciona el descaro de Thiago junto a Busquets. El jugador del Bayern era el sustituto natural de Xavi en el Barça, un papel que ya no ocupará vestido de azulgrana, aunque sí con la camiseta de España.

Es verdad que falta Iniesta, un indiscutible para cualquier seleccionador ahora mismo, y entonces habrá que ver si Thiago se mantiene o comparte con Andrés los minutos. Lopetegui insinúa un centro del campo más creativo que los últimos dibujos de Del Bosque y Thiago parece uno de los favorecidos con el cambio de cuerpo técnico. Silva ya era un fijo antes y demostró desde el primer día que lo va a seguir siendo. El canario es el media punta ideal para la Selección, con desborde, gol (26 lleva con España) y visión de juego. Suyo fue el costado izquierdo frente a Bélgica, con la potencia de Vitolo por el otro lado. El sevillista se perdió la Eurocopa, pero parece que con Lopetegui va a tener otra oportunidad de hacerse habitual en las concentraciones. El nuevo técnico no quiere romper con todo lo anterior, pero sí mirar hacia adelante y ponerle su sello al equipo.

Algún ejemplo de esto es la vuelta de Reina para el papel de segundo guardameta, el descarte de Casillas y el regreso de Diego Costa. No era una decisión fácil de tomar por todo el ruido que rodea al delantero y al que él colabora con declaraciones como las de la noche del jueves en el estadio Rey Balduino. «Es su opinión y hay que respetarla como todas. La mejor forma de defenderse es jugando tan bien como ante Bélgica», decía ayer Jordi Alba.