Atenas
Un gol de Arda ilumina al Atlético
El Calderón necesita de estos partidos para que el Atlético crezca como equipo, aumente su autoestima y se convenza de que se puede luchar con los más grandes a base de esfuerzo, sacrificio, intensidad y, hasta a veces, dosis de buen juego. Hay que ponerle mucho corazón y eso es lo que hicieron los rojiblancos ante la poderosa Juventus, dueña y señora del fútbol europeo en otro tiempo y que ahora busca un futuro esplendoroso, con jugadores de talla mundial y con un técnico, Massimo Allegri, que ha procurado no salirse de la línea que trazó Conte el año pasado. La guerra, la batalla de los banquillos, la decidió Arda con un gol que vale un mundo, en un partido donde los italianos se encontraron con la horma de su zapato. Murieron a pies de un Atlético, que fue más italiano que la propia Juventus, y que encontró el premio a su fidelidad, a sus ideas y a su fuerza mental ante un rival que no supo qué hacer con el balón y que no probó a Moyá en 90 minutos.
Dos campeones que se respetaron y se midieron mucho. El partido se movió siempre al dictado de lo que marcaban los banquillos, aunque a veces Tévez, Vidal, Pogba, Koke, Arda o Raúl García se salían del guión para buscar algo más que el cuerpo a cuerpo, que el juego en los pequeños espacios y que las directrices de la pizarra. La Juve se presentaba con su condición de invicta y el Atlético había mostrado su recuperación ante el Sevilla ofreciendo su mejor versión.
Una versión que hizo que Simeone repitiera con Saúl. Raúl García era la novedad como titular y los demás, los de siempre, dispuestos a obedecer con rigor al técnico. Y así fue. La pelea comenzó con el Atlético en su campo, con la Juve con la pelota y con la impresión general de que los dos entrenadores jugaban al error del adversario. Sin prisa, sin pausa, sin miedo y sin juego. Porque el partido se hizo áspero porque la lección estaba muy bien aprendida. No había espacios para Tévez, ni lugar a los saltos de Llorente o a las llegadas de Vidal. Simeone lo había estudiado a conciencia. Y también Allegri, que no permitió que Arda y Koke lucieran su juego. Por eso fue Raúl García el más activo junto con Mandzukic –en el primer codazo que recibió (min 13) se quitó la máscara–, que fue el único que probó a Buffon con un tiro, que el meta desvió desde el suelo. Moyá se fue inédito al descanso. Un tiro lejano de Pogba fue la confirmación de que el Atlético y la Juventus también querían rematar. Porque lo demás fue el otro fútbol: la presión, la intensidad, la lucha milimétrica por el balón. El lucimiento no estaba escrito. Y Tévez apareció poco, lo mismo que Llorente o Vidal. Marchisio fue el que puso orden en los juventinos mientras que en el Atlético, Koke y Tiago, en el doble pivote, sostuvieron al equipo. Por delante de ellos, Raúl García, Saúl y Arda. Un acordeón para cerrar huecos, presionar y aguantar las embestidas de una Juve, que tuvo personalidad, pero que no encontró las vías para el remate porque, además, Miranda y Godín estuvieron perfectos en defensa.
Simeone estaba convencido de que alguna ocasión llegaría. En acciones de estrategia –hubo pocos córners y pocas faltas– no llegaba la solución. Y el Atlético fue paciente en la segunda parte. El guión no cambió en exceso. Siguió prevaleciendo el orden táctico sobre las ocasiones, aunque el esfuerzo físico podía ser determinante en alguna acción aislada.
Entró Griezmann por Saúl. El Atlético se desnudaba, buscaba un poco más de velocidad y presionaba un poco más arriba. Nadie se movía de lo escrito, aunque la profundidad por la banda derecha fue determinante. Una jugada de Tiago, con balón a Juanfran para que el centro del lateral lo cabecease ligeramente Mandzukic. La pelota cayó en los pies de Arda que acabó con la imbatibilidad de Buffon. Un gol, en un partido como el de anoche, fue un tesoro. El Calderón se volvió loco y perdonó el sufrimiento vivido, aunque faltaban veinte minutos en los que la Juve buscó el empate. Salió Morata, luego Giovinco. Allegri quería gol y Simeone volvía a los cinco centrocampistas al meter a Mario Suárez por Mandzukic. Refugiarse en su campo y salir en velocidad. Hubo más llegadas ante Buffon, pero el gol de Arda era suficiente. El turco devolvió al equipo a la senda perdida en Atenas y deja al Atlético con las mismas opciones que sus rivales. Era un examen clave y Simeone la aprobó con creces.
- Ficha técnica:
1 - Atlético de Madrid: Moyá; Juanfran, Miranda, Godín, Ansaldi; Tiago; Raúl García, Koke, Saúl (Griezmann, m. 53), Arda (Siqueira, m. 90); y Mandzukic (Mario, m. 84).
0 - Juventus: Buffon; Cáceres (Pereyra, m. 78), Bonucci, Chiellini; Lichtsteiner (Giovinco, m. 90) , Vidal (Morata, m. 83), Marchisio, Pogba, Evra; Tévez y Llorente.
Gol: 1-0, m. 75: Arda Turan culmina en el segundo palo un centro desde la banda derecha de Juanfran.
Árbitro: Félix Brych (Alemania). Amonestó a los locales Raúl García (m. 55) y Ansaldi (m. 63) y a los visitantes Bonucci (m. 13), Chiellini (m. 57), Lichtsteiner (m. 85), Morata (m. 86), Pogba (m. 90) y Giovinco (m. 93+).
Incidencias: partido correspondiente a la segunda jornada del grupo A de la Liga de Campeones, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 52.000 espectadores.
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