Barcelona
Un plan que funciona
La victoria del Madrid en la Copa da sentido a un proyecto que arrancó con los fichajes de Ancelotti, Bale, jóvenes españoles y canteranos
Fue una Copa del Rey la que salvó el primer año de Cruyff cuando empezaba en el Barcelona, fue este trofeo el que dio seguridad a Mourinho en su primer año en el Bernabéu y puede ser el triunfo en una Copa lo que dé el impulso que necesitaba el Madrid de Ancelotti. Ganó al Barcelona, como hizo hace tres años, por un gol de diferencia, repitiendo muchos jugadores, pero no todos. Bale e Isco, los más determinantes, llegaron este verano para reforzar el proyecto que había comenzado con el entrenador italiano. Y ambos han sido decisivos en uno de los momentos clave de la temporada.
Tras la salida de Mourinho, el equipo blanco se quedó con varias sensaciones: la primera, que volvía a ser un conjunto que llegaba a los momentos decisivos de las competiciones; la segunda, que el Barça había ganado la última Liga con diferencia notable, pese a que era derrotado en los encuentros cara a cara; y tercera, que la plantilla necesitaba otro impulso, una pequeña renovación y una nueva forma de entender el fútbol. En verano, Florentino Pérez presentó a Illarra, presentó a Isco, a Carvajal, se subió a Casemiro del filial y más tarde llegó Bale. Más o menos un futbolista por línea, todos jóvenes, algunos ya contrastados y otros con un futuro prometedor. En cada presentación de un futbolista, el presidente repitió siempre el mismo mensaje: «Trabajamos cada año para afrontar los mayores desafíos. El hombre que cambió la historia del club y que da nombre a este estadio, lo hizo con esa esencia: los mejores jugadores del mundo, los mejores jugadores españoles y los mejores de la cantera», aseguró literalmente en la presentación de Carvajal y el mismo mensaje se oyó en las demás.
El equipo perdió la final de Copa la temporada pasada, cayó en semifinales de la «Champions» y tiró la Liga muy pronto. Sin ningún título, el club prefirió una revolución tranquila tras la salida de un entrenador tormentoso: se cambió el ambiente y se buscó variar la moda de jugar. Ancelotti siempre ha repetido que no valía con ganar, sino que había también que cumplir con una exigencia en el juego. En casi todos los partidos de Liga, el Madrid ha dominado la pelota y en el último partido contra el Barça perfeccionó lo que ya había ejecutado Mourinho. El entrenador italiano tiene experiencia como para no romper con lo que tenía cuando llegó: nadie practica el contrataque con la belleza y la precisión de su equipo y eso es herencia. Pero la presencia de Isco es ya un mensaje muy distinto a cuando era Pepe quien ocupaba un lugar.
Es verdad que al proyecto que empezó en agosto aún le queda la parte más decisiva de la temporada: «Hay que ver la concentración que tienen de que pueden hacer historia, de conseguir todo lo que podamos. Es muy difícil hacer triplete, pero lo van a intentar. Son conscientes de que lo pueden hacer», aseguró Florentino Pérez después del encuentro. El presidente era claro sobre el valor del trofeo: «Es mejor tener el primer título ya, porque eso nos da moral para nuestro primer objetivo, que a veces es una obsesión, como es la ''Décima'' y también la Liga. Tenemos nuestras posibilidades y las vamos a intentar aprovechar». La Copa, el primer título, es el primer escalón importante de esta temporada, la primera cima conseguida. El lugar desde el que se mira atrás y se ve que el proyecto tiene sentido.
Bale y las cuentas de los economistas
Los mensajes corrían por las redes. Bale era el correcaminos; Bartra el coyote. En el vestuario le veían como un chico tímido al que le faltaba tiempo de convivencia. En el campo, cuando no pasa en un ataque, varios compañeros alzan los brazos pidiéndole que alce la cabeza. No lo hicieron en la jugada decisiva. Todos corrieron detrás de él, algunos faltos de Bale, pidieron falta de Bartra. El abrazo que le dieron tras el gol fue de aceptación absoluta. Cuando fue fichado, los economistas explicaban que Bale tenía ya valor en el mercado internacional, pero que la unión entre él y la marca Real Madrid acrecentaría su valor. El gol les dio, por una vez a los economistas, la razón.
Un sitio para Isco
Entre las miradas de un entrenador y de una afición suele haber diferencias. El Bernabéu se enamoró de Isco en cuanto le vio esconder la pelota y mover la cintura, pero Ancelotti no se fiaba. El italiano repite que los jugadores con duende suelen ser irregulares y no puede permitirse inestabilidad en una zona tan sensible como la del centro del campo. Pero el miércoles Isco demostró que ataca como siempre y defiende como nunca. Queda una duda: cuando vuelva Cristiano, ¿dónde ponemos a Isco?
✕
Accede a tu cuenta para comentar