Fútbol

El whatsapp que va de madridista a madridista, "va a ser otra noche mágica"

El Real Madrid ha olvidado la pesadilla de Londres y se centra en la esperanza. La afición se moviliza en las redes

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Los aficionados del Real Madrid ya empiezan a creerEuropa Press

Martes por la noche. El marcador dice 3-0. Silencio. Asombro. “No puede ser… ¿esto es el Madrid?” Esa pregunta retumba en la cabeza del aficionado blanco que no acaba de asimilar lo que acaba de ver en el Emirates Stadium. Comienza el duelo. Y no es solo deportivo: es emocional, casi espiritual. Empieza la semana más larga del madridismo, también la semana de pasión, de fe alucinante, como se ve en el mensaje que está circulando de whatsapp a whatsapp por los aficionados blancos.

El Real Madrid se juega la vida en Champions tras una dura caída ante el Arsenal. El equipo de Ancelotti fue barrido en Londres, superado en intensidad, en táctica y hasta en carácter. Declan Rice se disfrazó de estrella mundial con dos golazos de falta que ni Courtois, el mejor del Madrid esa noche, pudo evitar. Y para rematar, Mikel Merino cerró la goleada tras una jugada coral que dejó helados hasta los más optimistas. Por si faltaba drama, Camavinga se fue expulsado. Más piedras en el camino.

El miércoles llega la ira. “¡Esto no puede estar pasando! ¡Este equipo no puede caerse así!”, gritan en redes, en bares, en chats familiares. El madridismo se desahoga con rabia, porque no está acostumbrado a rendirse sin pelear. Pero el jueves ya hay otra cara: la de los que empiezan a hacer cuentas, a buscar milagros. “Bueno, si marcamos pronto… y si Bellingham mete una desde fuera…”.

Resistencia emocional

El viernes llega la caída. “Este año no es. Hay que centrarse en LaLiga”, se dicen muchos, casi con resignación. Pero el sábado algo se enciende de nuevo: “¿Y si sí? ¿Y si esta es otra noche mágica?”. Porque el madridismo tiene algo que otros no: resistencia emocional. Y llega el domingo con una carga de historia: “Esto es el Bernabéu. Aquí no se rinde nadie”.

Lunes. Convicción pura. “Van a sufrir. Desde el primer minuto les vamos a meter el miedo en el cuerpo”. Y finalmente, el miércoles. Miércoles de fe ciega. “Hoy dormimos poco. Esta noche va a ser mágica”. Esa frase flota en el aire, en pancartas, en cánticos, en la piel de cada hincha. Porque si hay un equipo que puede hacer lo imposible, ese es el Real Madrid.

No es solo cuestión de estadísticas, aunque ninguna diga que remontar un 3-0 en Champions sea común, Es cuestión de memoria emocional. De creer porque ya se creyó antes. Las gestas ante Derby County, Anderlecht o el Mönchengladbach quedaron marcadas a fuego, y más cerca en el tiempo, la trilogía de remontadas en 2022 ante PSG, Chelsea y Manchester City son gasolina pura para la ilusión.

La magia del Bernabéu

Ahora, sin Camavinga y con la obligación de marcar al menos tres goles sin encajar, Ancelotti tendrá que tirar de su pizarra y de sus líderes. Mbappé y Bellingham están llamados a marcar el rumbo. Tchouaméni y Modric pueden ser claves en la sala de máquinas. Y arriba, el vértigo de Vinicius, la chispa de Rodrygo y el alma del Bernabéu harán el resto.

Pero el Arsenal no es cualquier equipo. Arteta ha armado una escuadra sólida, con Rice como eje, y con dinamita por bandas gracias a Saka y Martinelli. Llegan confiados, sí, pero también conscientes de que los 90 minutos en el Bernabéu “son molto longo”, como decía el gran Juanito. Y esa frase, más que una advertencia, es una promesa.

El estadio estará a reventar. El ambiente, eléctrico. Y mientras las cámaras enfoquen las caras de los jugadores en el túnel, en las gradas miles de corazones latirán con una sola idea: volver a creer. Porque en el Santiago Bernabéu no se juega solo con once. Se juega con la historia, la camiseta… y el alma.