Real Madrid

Real Madrid

Ronaldo recupera la memoria

Cristiano Ronaldo celebra con sus compañeros, el gol marcado ante el Alavés, el segundo del equipo,
Cristiano Ronaldo celebra con sus compañeros, el gol marcado ante el Alavés, el segundo del equipo,larazon

Tenía que marcar antes o después. Y Ronaldo lo hizo en Mendizorroza en el momento crítico. Más que la cantidad, más que los tres goles, lo más importante fue marcar el segundo cuando el Madrid no sabía muy bien a qué jugaba.

Tenía que marcar antes o después. Y Ronaldo lo hizo en Mendizorroza en el momento crítico. Más que la cantidad, más que los tres goles, lo más importante fue marcar el segundo cuando el Madrid no sabía muy bien a qué jugaba. No dominó durante la primera mitad el conjunto de Zidane, pero se fue al descanso con ventaja, después de haber remontado el tanto en contra. Es lo que tiene recuperar el martillo de su jugador estrella, que resuelve cualquier situación, por difícil que sea.

El Madrid no estuvo cómodo hasta la segunda mitad del choque, cuando ya por fin tuvo la pelota y controló el partido a su antojo. Ya al final llegaron los goles, de dos pases de Marcelo. No hay nadie como el lateral brasileño. En el pase a Morata, imitó a Xabi Alonso y casi desde su área creó el tanto. Después Morata, que no desaprovecha una para hacer dudar a Zidane, levantó suavemente la pelota sobre un vendido Pacheco. En el último tanto, Marcelo llegó al área como un bólido y eligió la mejor opción cerca ya de la línea de fondo: le devolvió la pelota a Cristiano, para que el portugués marcase su tercer tanto, llegue ya a siete y acallé todas las palabras que generan sus oportunidades perdidas. Pudo haber hecho otro más, pero el segundo penalti que lanzó se lo detuvo Pacheco.

Los jugadores del Alavés acabaron desquiciados con el árbitro y sus discutibles amarillas, pero el segundo penalti es muy claro y el primero es casi imposible de saber qué decisión es la buena. Bale sacó una falta y Deyverson le da o con la cabeza o con el brazo, que levanta. El colegiado vio penalti y el Madrid empató el partido. No había hecho apenas ocasiones el equipo de Zidane, frágil e inconexo durante esos minutos. Aunque el entrenador francés insiste en que no le preocupan los errores del equipo en la zona de atrás, lo cierto es le llegan con facilidad y peligro, porque comete errores graves. El gol del Alavés es un ejemplo claro de todos ellos: Danilo perdió el balón, Theo llegó con una velocidad apabullante, que por suerte para el Madrid se agotó al descanso y su pase al área no supo detenerlo Navas y tampoco encontró la pelota Varane. El defensa francés ha perdido el aplomo que tenía años atrás. Pero tiene que jugar por obligación y más después de que Pepe tuviese que dejar el partido por lesión. Casemiro no está delante para proteger a la defensa y los únicos centrales sanos que le quedan a Zidane son Varane y Nacho.

Le faltó precisión y presencia al Madrid frente a un animoso Alavés, pero esas carencias las suplió con los dos goles de Ronaldo. Hasta mediada la segunda mitad no sacó un córner el Real Madrid, que pisó poco el área contraria. Sí que mejoró tras el descanso, después de que el Alavés fallase una ocasión clara ante Keylor Navas, que remedió su error con un par de paradas decisivas. En la segunda parte, el balón fue del Madrid y jugó en el campo del rival, sin ninguna prisa, esperando que la defensa rival dejase huecos por inercia. Sucedió después de que Morata saliese al campo por Benzema. ¿Casualidad?