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Atlético de Madrid

Fútbol

Griezmann desatasca al Atlético (1-0)

Un golazo del crack francés decide el partido frente a un Mallorca ultradefensivo

En Resumen
Griezmann besa el escudo del Atlético en su celebración del gol AFP7 vía Europa PressEUROPAPRESS

En el día del sexto centenario de Koke con la camiseta rojiblanca, el equipo que él capitanea sumó su décimo octavo triunfo consecutivo como local en todas las competiciones. El Civitas Metropolitano, valga el topicazo, es un fortín del que también salió derrotado el Mallorca, por la mínima y gracias a un gol del de casi siempre, Antoine Griezmann. Pese a la cortedad del tanteo y a los sustos que dieron los isleños en el tramo final, se puede hablar sin error de un resultado justo.

No tardó ni cinco minutos Samu Lino en anunciarle una noche de pesadilla a su par, Gio González. El brasileño ocupó todo el carril izquierdo y sus compañeros le aclaraban la zona para generarle duelos singulares con el lateral, al que volvió literalmente loco. Su primera incursión la coronó con un pase atrás que Correa no embocó por la presencia cercana de Valjent, que estorbó lo justo para que chutase alto.

El plan de Javier Aguirre, algo rudimentario, consistía en acumular gente al borde de su área y tirar pelotas largas para que las negociase Muriqi... lo que pasó es que el kosovar no estaba y esa tarea de llanero solitario recayó en el meritorio Abdón Prats, que presionó con entusiasmo e incluso provocó un mal despeje de Oblak que Sergi Darder no pudo aprovechar. Sin embargo, la tela de araña tejida con tres centrales y Costa como «stopper» por delante le permitió sobrevivir hasta el descanso sin sobresalto alguno.

La segunda parte debió estar precedida de un toque a rebato de Simeone en el vestuario, porque sus muchachos salieron a derribar el muro bermellón. Lo intentó tres veces seguidas Morata, vivo en un cabezazo abajo que le atajó Rajkovic y con poca puntería en dos remates con el pie en posiciones francas. Pero el desatascador, como tan a menudo, fue Antoine Griezmann. El «Principito» no venía haciendo un buen partido. Mejor escrito: estaba jugando francamente mal. Pero es lo que tienen los superhéroes, que aparecen justo cuando hace falta.

Simeone había sacado a De Paul y Riquelme para darle un meneo a su equipo dentro de la media hora final, en los minutos previos a la impaciencia. En su primer balón, «Rorro» activó a Mario Hermoso, que centró desde muy lejos un balón llovido al punto de penalti. ¿Imposible de rematar? Casi, a no ser que aparezca como allí un cabeceador excelso como Griezmann, que le imprimió al balón la fuerza que le falta con un violentísimo giro de cuello. Golazo por toda la escuadra y un pasito menos, ya sólo quedan tres, para hacerse con el récord de Luis Aragonés.

A la fuerza ahorcan y también por bemoles atacan los visitantes modestos en los campos de los grandes. Aguirre armó una doble punta con Amath Ndiaye y Larin, que sembró la cizaña en la defensa atlética. Empezaron a generarse ocasiones alrededor del canadiense, que no empató porque estrelló su tiro en la espalda de su compañero Costa, que estaba caído en el área chica, forzó un córner botado con tirazo de Gio parado por Oblak y que dejó solo a Ndiaye con un pase en profundidad, pero el vertiginoso jugador africano, con pasado en la cantera colchonera, cruzó en demasía su definición.

Hasta el tercer minuto de descuento, en el que sacó un córner el Mallorca, sufrió un Atlético en el que volvió a aparecer Memphis en los instantes finales para evidenciar que la larga inactividad lo ha apelmazado. Ya tendrá tiempo Simeone para ponerlo a tono y sumarlo a la causa.