Baloncesto
Anna Cruz: «Lo de Serbia va a ser la guerra»
Fue la heroína ante Turquía y hoy busca la final olímpica ante Serbia, la campeona de Europa
Fue la heroína ante Turquía y hoy busca la final olímpica ante Serbia, la campeona de Europa
Anna Cruz (27/10/1986, Barcelona) es la protagonista del día por su canasta ante Turquía en el último segundo, que metió a España en las semifinales de los Juegos para pelear por las medallas. Ella reparte la responsabilidad en el equipo, palabra de la que todos presumen. Es día de sesión fotográfica de grupo en la zona internacional de la Villa. Posan todas, junto al seleccionador, Lucas Mondelo, y sacan los puños. Su lema es que el yo está al servicio del nosotras. Hace calor y Anna se refugia en la sombra para atender la entrevista en la que habla de su canasta y del partido que les espera contra Serbia.
–¿Ha dormido bien?
–Bueno, me ha costado. Ya me cuesta después de los partidos, pues imagínate después del subidón de lo de Turquía. Cuesta un poco conciliar el sueño.
–¿Se vieron fuera?
–Yo nunca me vi fuera de los Juegos. Estaba complicado, pero quedaba partido todavía. Nunca se me pasó por la cabeza en plan «esto ya está perdido». Quedaban tres minutos y dije: «Bueno, ¿qué puede pasar? Ya vamos de ocho, de perdidos al río, habrá que intentarlo por lo menos».
–Lo notaban en la mirada, que había que seguir...
–Exacto. Recuerdo que Lucas pidió el tiempo muerto a falta de dos minutos y medio y Laura Gil, a la que nunca se oye decir nada, o alzar la voz en los tiempos muertos ni nada... recuerdo verla y que dijo algo en plan: «Si morimos que sea siendo nosotras mismas». Nos miramos todas y nos lo creímos.
–El discurso de Lucas Mondelo tampoco fue el habitual...
–Exacto, dijo: «Venga, ocho abajo, nos va la marcha».
–Por lo que dijo el míster, que usted ya había repetido eso seis veces, si hay un último balón no hay dudas de para quién va...
–Ahora queda muy bien porque lo he metido, pero seguro que habré tirado otras tantas y las habré fallado. Agarré la pelota y salí corriendo. Fue un churro. Yo no rehuyo de ese tipo de tiros. Somos jugadoras a las que nos gusta asumir responsabilidades. Alba no se esconde nunca y Silvia también podría coger la responsabilidad en esos momentos.
–Dijo Mondelo que le mandará un jamón en Navidad...
–Lo acabo de leer, pero ahora le diré que se lo lleve a Rusia, porque nos hará falta allí (la próxima temporada la dirigirá en su club en Rusia, el Dynamo Kursk).
–¿Cómo es su vida en allí?
–Totalmente distinta a como podría ser mi vida en España o en el resto de Europa. Al final te adaptas a las circunstancias, a ir a entrenar, a volver a casa, a no tener mucha vida social. Al final vas allí a lo que vas, que es a jugar al baloncesto.
–Y fue campeona de la WNBA...
–No pensaba tener un papel tan importante en un equipo como es el de Minnesota, tampoco en el de Nueva York. Las cosas se dieron así, aproveché la oportunidad y también la entrenadora confió en mí y les estoy muy agradecida por darme la oportunidad de vivir la experiencia de ganar el anillo.
–Entre unas cosas y otras, vacaciones, poquitas...
–Pues mira, este año, entre el Preolímpico y la concentración para los Juegos, he tenido un mes de vacaciones que me ha venido genial para desconectar y cargar pilas, porque hacía dos años y medio que no tenía.
–Son jugadoras de varias ligas, luego se juntan aquí... ¿A qué juega España?
–Creo que hacemos un juego muy alegre y que enganchamos un poco al público. Nos gusta correr mucho al contraataque y somos muy aguerridas en defensa. Lo luchamos todo. Somos muy intensas. Yo creo que el de Turquía, pese a que el tanteo fue bajo y no estuvimos muy acertadas en ataque, fue un partido muy bonito de ver: igualado y disputado hasta el último segundo... ¿Qué mas se puede pedir?
–¿Qué hace diferente la competición en los Juegos Olímpicos?
–Yo nunca había vivido unos Juegos, son los primeros y sí que es verdad que son muy diferentes a lo que habíamos vivido hasta ahora de Europeos, Mundiales... Sobre todo por el entorno y la magnitud que tiene también mediáticamente, con todo el mundo siguiéndolo. El juego nuestro sigue siendo el mismo, en la cancha es lo mismo, pero lo que lo rodea es completamente distinto.
–Y ahora, Serbia...
–Va a ser complicadísimo, otro partido duro. De hecho, salvo quizá el día de Senegal no hemos tenido ningún encuentro fácil. Sabemos que va a ser diferente al de la fase de grupos, que ganamos. Es una semifinal y yo creo que ellas van a salir durísimas y nosotras también. Va a ser una guerra.
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