Baloncesto
La fe no es suficiente
El Khimki manejó el partido con autoridad. El Madrid echó de menos al mejor Doncic
El Khimki manejó el partido con autoridad. El Madrid echó de menos al mejor Doncic.
Laso lo había advertido a pesar de las diez victorias (6 en ACB y 4 en Euroliga) que sumaba el Real Madrid en otros tantos partidos. La trayectoria inmaculada ocultaba un grupo que sigue modelándose. Hay mucho margen de mejora, vino a decir el técnico antes de recibir al Khimki. Con Doncic disminuido por una gripe, con Randolph recién incorporado después de dos semanas de baja y con un rival al que habrá que tener en cuenta allá por el mes de abril llegó la primera derrota madridista. Y eso que si de algo pudo presumir el Madrid ante los rusos fue de hacer un notable ejercicio de fe. Se empeñó el Madrid en no perder. Tuvo opciones hasta el final aunque las dos remontadas que protagonizaron los de Laso, en el tercer y el último cuarto, apenas duraron un suspiro. Aún así, Doncic dispuso de un triple frontal para poner al Madrid por delante a 18 segundos para el final, pero el esloveno estaba para pocas heroicidades. En su partido más flojo mantuvo sus promedios de rebotes (7) y asistencias (3), pero se quedó en la mitad de puntos y eso el Madrid lo echó mucho de menos.
El Khimki de Bartzokas es una legión de jugadores estadounidenses que comparten físico y talento, la estrella de la selección rusa, Shved, Markovic, uno de los bases más serios del continente, y un bloque de secundarios, también rusos, que cumplen encantados con el trabajo sucio. Es el clásico grupo que en una dinámica ganadora es peligroso y en eso está. Hacen puntos con facilidad y su versatilidad fue un martirio constante para el Madrid. Laso hablaba de uno de los equipos más físicos de la competición y eso lo sufrieron los locales: muchos tipos, muy grandes y capaces de hacer muchas cosas distintas. Los rusos sólo fallaron un tiro de dos en el primer cuarto, repartieron muchas asistencias e incluso se sobrepusieron a las malas decisiones que tomó Shved cuando el partido se estaba decidiendo. El escolta mantuvo a los suyos las veces en que el Madrid se acercó e incluso cuando llegó a ponerse por delante (48-47, min 23 y 69-68, min 33). En esos dos momentos, cuando el Madrid parecía capaz de reconocerse en el espejo, los rusos ni se alteraron y siempre encontraron una solución para dar una respuesta rápida. Llegaron parciales que hicieron mucho daño. Un 0-9 en el tercer cuarto del que se recuperó el Madrid sin Doncic. El del último cuarto fue más dañino todavía: 0-10. Obligado por las lesiones y porque Randolph está lejísimos del jugador que se lesionó hace un par de semanas, Laso optó por un quinteto de bajitos y estuvo cerca de dar resultado. Después de ceder los tres primeros cuartos y en la lona, el Madrid fue capaz de reincorporarse y pelear por la victoria. Con Doncic y Carroll como recursos de urgencia estuvo al borde de evitar la primera derrota, pero no fue suficiente.
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