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Fútbol

Lamine Yamal desvela cómo vivió el apuñalamiento que sufrió su padre

El atacante habló con De la Morena sobre muchos temas de actualidad

Lamine Yamal, durante un partido Creative Commons Google

Cuando Lamine Yamal se sentó ante José Ramón de la Morena, no era solo una entrevista más: era la proyección cruda y luminosa de un joven que ya sueña en grande. Con apenas 18 años, el delantero del Barça dejó claro que su ambición va más allá de lo convencional.

De la Morena le pregunta, Lamine responde: "no sueño con un solo Balón de Oro, sino con muchos". Esa frase resuena.

Yamal traza líneas de su pasado: una entrevista cuando tenía 12 años, la ilusión, los estudios, las ganas de vestir la camiseta azulgrana, el número 10; todo lo que hablaba aquel niño, ahora es material tangible de su presente. Esa nostalgia no lo frena, lo impulsa.

José Ramón de la Morena sabe guiar esas teclas: pregunta sobre el niño que respondió con “mentiroso” cuando se le preguntó si sacaba buenas notas, sobre sus sueños, sus raíces, los sacrificios, el reconocimiento que ahora llega. Pero Lamine no se pierde: responde con honestidad, con la tranquilidad de quien ya entiende que cada palabra pesa, que cada gesto se observa, que cada sueño tiene costos.

Lamine recordó sus inicios en España. "La primera en llegar fue mi abuela, que se coló en el bus desde Marruecos y consiguió llegar a Mataró. Empezó a trabajar en tres turnos para que mi padre pudiera venir porque se quedó en Marruecos y cuando mi abuela hizo algo de dinero pagó a una señora para que trajera a mi padre y a su hermana, que vinieron con 3 años. Mi madre vino de Guinea con mi abuela y llegaron a Barcelona. Y mis padres se conocieron aquí, así que empezamos a vivir en una residencia de padres jóvenes, que era como un comedor y todo bien. Luego siempre hemos vivido... típico que un amigo tiene una casa y te deja una habitación hasta que mis padres se separaron. Entonces él se fue a vivir con mi abuela y mi madre conmigo en Granollers. Iba al cole, volvía, iba a entrenar y veía a mi madre por la noche, que volvía de entrenar", aseguró.

Al final, esa conversación revela algo esencial: Lamine Yamal no solo quiere brillar, quiere escribir, pletórico, su historia. No como un cuento más, sino como uno de esos relatos que inspiran, que elevan, que demuestran que los sueños grandes se construyen con verdad, con esfuerzo y con la conciencia clara de lo que ya se ha caminado.

"Estaba en el coche con mi primo Moha. Tenía el Carplay puesto, que conecta el móvil a los altavoces, y me llamó mi prima, que estaba en Marruecos. Y me preguntó: ¿estás solo? Y me lo empezó a contar y también llegaron más llamadas. En ese momento yo era un niño de 16 años.", manifestó. "Lo primero que hice fue bajarme del coche e intentar irme a la estación de tren para ir a Mataró. Imagínate que eres un niño y te dicen que han apuñalado a tu padre. Intenté subirme al tren, pero mi primo no me dejó. Le dije que me llevara a Mataró o no le volvería a hablar nunca, pero no me dejaron. Me encerraban en casa y yo intentaba salir. Fue un momento duro y al día siguiente tenía entrenamiento. Entonces llamó mi padre y me dijo que estaba bien y que estuviera tranquilo. Lo fui a ver al hospital al día siguiente y ya todo se tranquilizó", dijo Lamine.

De la Morena también le preguntó por su fiesta de 18 cumpleaños. "No me cabree. Al final intentaron mancharlo de muchas formas. Los días antes de mi fiesta de cumpleaños, una mujer salió mintiendo, diciendo que yo elegía a las chicas de tal o cual manera y luego lo de los camareros", concluyó.