Valencia
Marc Márquez: «El tiempo dirá si he sido el mejor»
A Marc Márquez (Cervera, 1993) le suena el bolsillo izquierdo del pantalón durante un momento de la entrevista. Es un mensaje de Whatsapp en su iPhone, al que activa el modo silencio sin cortar su discurso. El campeón de MotoGP tiene un fin de semana tranquilo en Valencia para cerrar el curso 2014, aunque intentará alcanzar la victoria número 13 y pulverizar el récord de Mick Doohan, que ya ha igualado. Reconoce que lo que más le preocupa es el desenlace del Mundial de Moto3, donde su hermano se la juega con 11 puntos de ventaja. «No me he planteado ponerme su mono y su casco el domingo y suplantarlo, porque no lo haría mejor que él», bromea.
–¿Con qué tres palabras definiría esta temporada?
–Ha sido una temporada difícil de superar, muy dulce, porque los resultados han acompañado y han ido bien; y muy divertida, en la que he disfrutado mucho.
–¿Cuál ha sido el mejor momento en estos meses?
–El parón de verano, cuando veníamos de ganar nueve carreras consecutivas y de completar una primera parte de año perfecta. No se podía hacer mejor.
–¿En qué nota que ya es bicampeón del Mundo?
–El título del año pasado fue como más especial, porque era totalmente inesperado y llegó en la última carrera, en Valencia, con una situación de máxima tensión. De esta forma parece que disfrutas de una manera diferente de ese domingo y la semana posterior. Este año ha sido diferente: el Mundial era el objetivo y, tras coger la ventaja que tuve, lo fui asimilando poco a poco. No es como el año pasado, que fue todo de repente y más excitante.
–Se dice que su hermano Álex y Tito Rabat son mejores desde que entrenan a su lado y reciben sus consejos...
–Al final, en la moto son ellos, y yo puedo decir lo que sea, pero son ellos los que tienen que hacerlo por sí solos. Creo que se han ayudado más los dos entre sí que yo a ellos. El nivel de ambos en los entrenamientos es muy similar y tienen ese pique de ir mejorándose para evitar quedar último. Tratan de estar cada vez más cerca de mí e incluso muchas veces me ganan. El pique no es por ver quién gana o hace la mejor vuelta, sino por no quedar último.
–Los tres forman el «Rufea Team». ¿Cómo se creó este grupo?
–Con Tito nuestra relación viene de lejos, desde que coincidimos en el mismo equipo cuando yo tenía nueve años. Desde entonces siempre hemos competido en las mismas categorías y la relación ha sido siempre buena. Mantuvimos el contacto, aunque no fue hasta el pasado invierno cuando comenzamos a entrenar juntos cada día. Le recomendé que probara el «dirt track» y le encantó. Entrenar con gente de buen nivel nos ayuda a crecer entre nosotros.
–¿Qué suma el «dirt track» a su rendimiento?
–Más que nada se trata de hacer moto y, al ser una pista plana, no hay tanto peligro como en motocross, que durante la temporada se usa menos. Es una disciplina que te ayuda a coger «feeling», a estar encima de una moto, pero sin tanto riesgo.
–¿Se ayudan también fuera de la pista?
–Sí. Nunca nos hemos encontrado un día en que a los tres nos vayan mal las cosas. Y esto ayuda, porque si a uno le cuesta o ha tenido una mala carrera, puede desconectar y entrar en el buen ambiente del grupo. Entrenando el ambiente es muy diferente a lo que sucede en el circuito.
–¿Cómo es la relación con su padre? Parece un amigo más de la pandilla.
–La familia es lo más importante fuera del circuito, porque dentro siempre he dicho que la familia es el equipo, y tus padres vienen sólo a mirar porque les gusta. En el circuito a mi padre lo veo cinco minutos al día, pero fuera es importante, porque me ayuda a desconectar.
–Cristiano Ronaldo dijo al recibir la Bota de Oro que quiere ser el mejor de «siempre». ¿Es también su objetivo, se lo plantea de vez en cuando, aunque sea como una forma de motivación?
–(Resopla) Ser el mejor de siempre son palabras mayores. El futuro dirá. Intento ser el mejor del momento, de cada año, y luego el tiempo dirá si lo he sido de siempre. Yo, con 21 años, no me atrevo a decirlo.
–Se atreven a decir que es usted ya una leyenda de las motos...
–Lo he escuchado decir, pero yo no me siento una leyenda aún, eso es cuando te retiras y después de unos campeonatos y números. De momento, lo que he conseguido ya no me lo quita nadie, pero miro el día a día. No quiero pensar que ya he hecho mucho, quiero pensar en todo lo que puedo hacer.
–¿Sabría decir cuál es su mejor cualidad?
–Lo puedes tomar como cualidad o no, pero soy bastante cabezón. Si tengo una cosa en mente no paro hasta conseguirlo. Podría verse como defecto, pero yo lo destaco como una cualidad.
–¿Cómo hubiera afrontado el que un rival ganara diez carreras seguidas como usted?
–No sé, tendría que estar en la situación. Pero creo que me lo tomaría pensando que es humano y si él las ha ganado, ¿por qué yo no puedo? Es la forma en la que siempre intento plantearme las cosas.
–Con su carácter competitivo, ¿cómo le sentó quedarse cuatro veces fuera del podio?
–Ha sido quedar fuera de forma un poco «light», porque ya tenía la ventaja en el campeonato e iba pensando más en el título. Si te pasa jugándote el Mundial sería más duro.
–¿Espera un 2015 más igualado?
–Sería lo normal, lo que no lo fue es lo que sucedió en la primera parte del actual campeonato. Lo lógico es que las victorias se vayan intercambiando y que todos estén muy cerca.
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