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Hípica

Mariapi Rico Muñoz y su cuadra global en Marbella

El Marbella Club, en verano, se llena de acentos diferentes y culturas diversas. "Vienen jinetes de Arabia Saudí, Qatar, Kuwait, Baréin, Holanda...", asegura Mariapi

Mariapi Rico, en plena competición
Mariapi Rico, en plena competiciónChacco Marketing

Afincada en la Costa del Sol desde 2006, Pilar Rico Muñoz, Mariapi, es una de los referentes ecuestres en Andalucía. La cordobesa es amazona, entrenadora y "alma mater" de un proyecto que respira pasión por la hípica y que se afinca en el corazón de Marbella.

Como profesional del Salto y entrenadora ha desarrollado su carrera los últimos años en el Marbella Club, donde entrena a jinetes y caballos. Junto a su socia y amiga Lourdes de Toro ofrece clases de escuela. "Mi proyecto es formar a los jinetes, ir de competición, pero sobre todo que aprendan y se diviertan con los caballos", explica. "Este deporte te enseña muchísimo, no sólo como jinete, también como persona. Te pone en tu sitio", afirma.

La elección de Marbella se debe a varias razones: "El clima es lo primero. Aquí no hace ese calor sofocante del interior, así que se puede seguir montando en verano sin problema. En Marbella Club tenemos instalaciones estupendas y a eso le sumas la vida social, la gastronomía, la música… Además, tienes muy cerca Sotogrande, donde se puede ver Polo y también competir, y Estepona, que está creciendo muchísimo. Hay muchas opciones para combinar el deporte con el ocio. La gente viene, monta, compite y disfruta", apunta.

Aunque cuenta con alumnos fijos durante todo el año, en verano su cuadra se llena de acentos diferentes y culturas diversas. "Vienen jinetes de Arabia Saudí, Qatar, Kuwait, Baréin, Holanda… Algunos traen sus propios caballos, otros alquilan y los que tienen menos nivel montan los caballos de escuela que tenemos Lourdes y yo", dice. Muchos alumnos terminan contando con Pilar pasado el verano: "Gracias a ellos he tenido oportunidades increíbles. Hace dos años estuve en Kuwait dando clases y fue una experiencia maravillosa. Ellos tienen casa aquí, entrenan conmigo, compran caballos conmigo y después me invitan a sus países a dar clínics".

El ritmo veraniego es diferente al resto del año: "En invierno doy clases también por la tarde, porque los niños van al colegio y no pueden montar por la mañana. En verano todo se concentra en las mañanas de lunes a viernes. Eso sí, los fines de semana, aunque no esté montando, siempre estás pendiente. Son animales y requieren atención continua. Es un poco sacrificado, pero si te gusta lo que haces, no es un sacrificio", puntualiza. "Desde pequeña quise dedicarme a esto. Mi padre me pidió que antes estudiara una carrera, así que me licencié en Económicas en Córdoba. Luego trabajé en empresas, en un banco... hasta que le dije: ''Papá, ya he cumplido''. Y ahí empecé con los caballos", relata.

Mariapi también concursa: "Tengo dos yeguas, ''Madam de Gozón'' y ''Costa Cassini''. Con la primera he llegado a saltar 1,35. ''Costa Cassini'' está ahora con Samuel Oliva, al que agradezco su ayuda, en el Hipódromo de Mijas". Un accidente la hizo replantearse algunas cosas: "Una yegua me dio una patada y me rompí cuatro costillas. Ahí hice clic. Decidí parar un poco, centrarme en mis alumnos y relajarme este verano. Las yeguas están en venta, pero si no se venden en septiembre retomo la competición. Empezaré con el Campeonato de Andalucía y el de España. Pero ahora mismo estoy en pausa".

Para el día que no la apetezca "montar seis o siete caballos diarios" está estudiando marketing digital. "El cuerpo no aguanta siempre el mismo ritmo y por eso me estoy preparando para tener una alternativa. Los jóvenes que se dediquen a ''full'', con pasión, pero que piensen también en el futuro, que tengan un plan B. Este mundo es precioso, pero hay que ser prácticos", concluye.