MotoGP

Puro Valentino

Valentino Rossi
Valentino Rossilarazon

Consigue su tercera victoria del año tras tocarse con Márquez y saltarse por la grava la última curva.

No va a ser difícil recordar la última vez que una carrera de MotoGP se disputó en sábado en Assen. Para siempre quedará como la del toque de Valentino y Márquez en la última «chicane», que se solventó con la victoria del italiano después de saltarse la curva, pasar por la grava y volver a pista para cruzar en primer lugar la línea de meta. Hubo que esperar bastante la llegada de los momentos decisivos, pero mereció la pena.

Rossi partía desde la «pole» y decidió hacer un «lorenzo»: tirar como un loco desde el principio y tratar de escapar para ganar en solitario. Su intento se quedó a medias, porque sí consiguió descolgar a la otra Yamaha, pero no a Marc, que con la vuelta al chasis de 2014 va recuperando sensaciones. Puede derrapar como le gusta, así que se pegó a la rueda de su rival y dejó pasar las vueltas. «Me quedé detrás de él, muy tranquilo, estudiando la situación. Podía haber ido un poco más rápido, pero preferí reservar los neumáticos». Así, con los dos en cabeza y Lorenzo solo en la tercera posición se fueron consumiendo los giros. A falta de seis se puso en cabeza el «93». Allí se quedó en la siguientes cuatro, hasta que «Il dottore» lanzó su último ataque y recuperó el mando con dos giros de récord. Marc aceptó el reto, que se iba a decidir en los metros finales. Un digno final para los sábados de carreras en «La Catedral» entre dos genios del motociclismo. El español aseguró después que había soñado con esa «chicane» y que la trazó perfectamente, tal y como la había imaginado mientras dormía. Al poner la moto en la trazada encontró el codo y el carenado de Rossi, que aguantó el choque y se sacó del casco un nuevo truco. Se salió de la pista y trazó recto la curva, pasando por el césped y la arena como ya hiciera en el «sacacorchos» de Laguna Seca ante Casey Stoner. «¿Si lo hubiera hecho otro piloto le habrían sancionado?», preguntaron a Márquez, que se encogió de hombros. Dirección de Carrera escuchó la versión de ambos y decidió que la victoria era justa para el italiano, que no tuvo más remedio que cambiar la trazada por el toque con su rival.

Jugada perfecta para Rossi, que sumaba su tercera victoria del año y estiraba a diez puntos su ventaja al frente de la clasificación. Había perdido mucho terreno y ayer volvió a sentir que puede ser campeón. Lo celebró por todo lo alto, con la sonrisa del pícaro de 36 años que es. Los años no le quitan las ganar de pilotar ni ese don para salir victorioso de líos como el de ayer. Lorenzo se limitó a sumar los 16 puntos del tercer puesto y mirar un poco más a largo plazo sus planes de liderato. La lucha se prevé tan larga como interesante, con Márquez de por medio tratando de volver a ganar y meterse en la pelea por el Mundial si los otros se equivocan demasiado. De momento manda Rossi, el último en ganar una carrera en sábado en el mítico Assen. Valentino en estado puro.