Río de Janeiro
Argentina y Brasil, como dos gotas de agua en este Mundial
La anfitriona y Argentina llegan a los cuartos de final del Mundial como dos de las potencias más temidas y compartiendo una gran cantidad de rasgos y críticas.
Brasil y Argentina son las dos potencias sudamericanas que compartieron similitudes en sus respectivos caminos hacia los cuartos de final del Mundial.
1. Si bien ambas selecciones lograron sortear la fase de grupos y su respectivo cruce en octavos de final, la deuda futbolística de ambas selecciones sigue intacta.
Brasil logró su sufrido estreno con victoria (2-1 ante Croacia), un empate con México sin goles y la goleada decisiva en la fase de grupos (4-1 con Camerún).
Luego, en los octavos de final, tuvo que sufrir en la tanda de penaltis en Belo Horizonte para superar al difícil conjunto chileno.
Pese a mantener el invicto, los anfitriones no lograron lucir en sus actuaciones y mantienen en el debe lucir el 'jogo bonito'.
Por el lado de Argentina la situación fue similar con tres victorias poco convincentes en la fase de grupo ante Bosnia-Herzegovina (2-1), Irán (1-0) y Nigeria (3-2).
En los octavos de final, la selección albiceleste tuvo que sufrir 120 minutos para vencer por la mínima a Suiza con un agónico tanto de Ángel Di María.
2. La dependencia de su jugador emblema también unen a los irmãos. Neymar, pese a su juventud, es la gran figura del Brasil que sueña con el Hexa, gracias al aporte de goles y juego. Por su parte, Lionel Messi, con un poco más de experiencia, fue el encargado de liderar a la albiceleste también con sus anotaciones y su liderazgo.
3. Las defensas son la pieza endeble común tanto de Brasil como de Argentina. Los laterales Dani Alves y Marcelo, junto con los centrales David Luiz y Thiago Silva, generan dudas en los análisis de las presentaciones de la verdeamarela.
Marcos Rojo y Pablo Zabaleta, por las bandas, y fundamentalmente Federico Fernández junto a Ezequiel Garay, en la zaga central, repiten desde el comienzo del ciclo Sabella ciertas discusiones sobre la última línea albiceleste.
4. Las mismas críticas se repitieron en la previa del Mundial con los porteros. El experimentado Julio César, de presente en el Toronto canadiense, tuvo su redención en este Mundial de la experiencia frustrante en Sudáfrica y en los penaltis ante Chile tuvo su momento de oro.
Sergio Romero desembarcó en esta cita ecuménica del fútbol tras un semestre de suplente en el Mónaco francés, pero sus cuatro presentaciones mundialistas convencieron hasta los más escépticos sobre su presencia en la portería argentina.
5. El público es un factor que respaldó cada presentación de ambas escuadras sudamericanas. El local tiene a su 'torcida' como gran emblema para hacer sentir al elenco de Felipão con un plus para alcanzar su sexto título mundial.
Los hinchas argentinos han contado con el tan mentado 'jugador número 12' en sus cuatro presentaciones en Río de Janeiro, Belo Horizonte, Porto Alegre y Sao Paulo. Como una 'marea albiceleste' la proximidad de la Copa del Mundo generó un respaldo masivo para el conjunto de Messi y compañía.
Sin embargo, en ambas situaciones, cuando los resultados no llegan la impaciencia crece en las tribunas y corre el riesgo de contagiar a los jugadores en el campo de juego.
6. Los dos tienen un jugador explosivo con un gran despliegue físico, Angel Di María y Hulk. En el caso de Brasil, las arrancadas y la potencia de Hulk han sido claves para aportar vigor ofensivo cuando el equipo palidece, aunque el extremo del Zenit todavía no ha logrado un gol. Di María, con un toque mucho más refinado y las mismas energías, fue el salvador de Argentina en la prórroga contra Suiza.
7. Las dos plantillas tienen un tinte bien "europeo" en su conformación. Brasil y Argentina acudieron a un Mundial con pocos jugadores de sus respectivas ligas locales, lo que, para algunos, hace más difícil la tarea de conectar con el hincha. La Canarinha sólo tiene cuatro integrantes del "Brasileirão", de los que el único titular es Fred. Fernando Gago representa la liga argentina en los onces de Sabella, quien convocó a 17 jugadores de equipos europeos, cinco de la liga local y uno de la mexicana. Messi es el máximo exponente de la europeización, pues se formó en el Barcelona y nunca jugó en su país.
8. Los dos delanteros centros están en deuda con el equipo. El caso de Gonzalo Higuaín es especialmente preocupante, porque no ha visto puerta en los 330 minutos que ha jugado, mientras que Fred ha anotado un único gol, en el partido más intrascendente para Brasil, en la victoria por 4-1 contra Camerún, y es fuertemente cuestionado. Ambos estuvieron irreconocibles en los octavos de final.
9. Realizan entrenamientos livianos, a pesar de que ambos necesitan trabajar para corregir las deficiencias de su juego. La extenuante temporada europea ha llevado a los dos equipos a reducir la carga física de las prácticas para evitar lesiones. El once titular de Brasil está siendo especialmente protegido y ha pasado tres días sin tocar el balón después de los octavos.
En el caso de Argentina para el partido ante Suiza, los titulares trabajaron mucho más el aspecto anímico que el físico con sólo dos prácticas de fútbol. El técnico Alejandro Sabella ya había advertido que los ejercicios serían de mantenimiento sin mucha exigencia durante la Copa del Mundo.
10. Los palos fueron su pasaporte a los cuartos de final. El suizo Blerim Dzemaili estrelló un remate de cabeza contra la cepa del poste en los últimos segundos de la prórroga y a punto estuvo de obligar a Argentina a pasar por la tanda de penaltis. Un tiro al larguero del chileno Mauricio Pinilla al final de la prórroga casi deja a Brasil sin la oportunidad de los penales, en los que Gonzalo Jara también mandó al poste el lanzamiento definitivo.
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