Nadal se pasea en su debut en el Abierto de Australia

El tenista español, después de 63 días sin jugar, arrasa en su estreno. «Tengo buenas sensaciones para ver qué pasa en las rondas finales», asegura.

Camiseta sin mangas, pantalón rosa, muñequeras y bandana a juego y un detalle también rosa en las zapatillas. La indumentaria de Nadal impactó tanto o más que su contundente estreno ante el dominicano de 37 años Víctor Estrella Burgos. Un triple 6-1 en poco más de hora y media en la central de Melbourne ayudó a despejar dudas. Porque Rafa llegaba como nunca a Australia, sin haber jugado un solo partido oficial, y porque no había competido desde que a mediados de noviembre del año pasado se retirara del Torneo de Maestros por molestias físicas en la rodilla derecha después de caer ante el belga Goffin. Diez días de buenos entrenamientos fueron suficientes para deshacerse sin dificultades del primer rival. En realidad fue el undécimo día de entrenamientos «aussie».

«Estoy feliz por el comienzo porque después de tanto tiempo sin jugar siempre es un poco complicado. Aún me quedan cosas por mejorar, pero eso es algo que iré ganando conforme vaya jugando más», comentó el número uno del mundo. El sorteo fue amable con Rafa y la primera semana carece de grandes exigencias. El próximo rival es el argentino Mayer (52 del mundo), otra buena oportunidad para seguir rodando.

Rafa se movió cómodo y encontró en ocasiones su «drive», aunque la resistencia del dominicano fuera casi una broma. Estrella Burgos apostó por el revés cortado y ahí Nadal se siente muy cómodo porque puede armar la derecha y acelerar mucho la bola, pero lo mejor es que el físico le respondió. Está todavía lejos de la explosiva versión del año pasado, pero mira al corto plazo con optimismo. «Estoy bien. No tengo ningún problema en la rodilla. Si no estuviera bien, no estaría aquí. Estoy contento de estar en pista de nuevo. El año pasado tuve una muy larga temporada así que comencemos ésta sin pensar demasiado en lo que ocurrió la pasada», comentó en la noche australiana.

Si la pretemporada de 2017 fue poco menos que la mejor de su vida, este año las cosas han sido muy diferentes, pero en cuanto ha tenido la posibilidad de encadenar varios días buenos de trabajo las sensaciones son notables. Los ensayos ante jugadores como Gasquet, Berdych, Thiem o Pouille indican que está en la buena dirección. «Si consigo pasar la primera semana, tengo una buena sensación de bola como para ver qué pasa en las rondas finales. Si logro pasar los primeros partidos, la confianza y mis opciones aumentan», aseguró a Eurosport. Además, Rafa conoció que su, a priori, rival más peligroso para los octavos, el estadounidense John Isner, cayó en primera ronda.

La única despedida del tenis español fue la de David Ferrer, que después de ser semifinalista en Auckland, cayó en cinco sets ante el ruso Rublev después de cuatro horas de partido. Carla Suárez y Pablo Carreño ganaron.