Psicología con Messi

Al argentino se le vio ayer entrenar con el grupo, pero hasta el último momento no se sabrá si participa o no en el partido.

Charlando con Luis Suárez, su amigo fuera del campo y su socio dentro, como siempre. Juntos saltan a los entrenamientos y a los estadios. Leo Messi repitió la rutina ayer como si nada. Pero no era un día cualquiera. Todos están pendientes de él y de si podrá participar en el clásico después de sufrir un golpe en el aductor de la pierna derecha en el último duelo contra el Valencia. El «10» estaba protegido del frío: guantes, gorro y mallas, que tapaban la zona afectada, por lo que no se puede ver si el hematoma seguía ahí. La apariencia era de normalidad, pero fueron sólo quince minutos, insuficientes para saber cómo está de verdad y si su presencia en el exigente duelo contra el Real Madrid es poner en riesgo su salud. «No soy partidario de tomar riesgos cuando quedan muchos partidos, ni con Messi ni con nadie. Los jugadores saldrían con el freno de mano echado y contra el Madrid no se puede ir ahí», explicó Valverde, que estuvo jugando al gato y al ratón con el asunto durante toda la conferencia de prensa.

«No he visto a Messi, no sé cómo está, queda una sesión de entrenamiento, a ver si la puede hacer, si la acaba y si está para el partido», dijo el entrenador primero. «Si está bien jugará y si no, no», añadió. La sesión fue después de que él hablara y lo único público para los medios fue el comienzo. Valverde explicó el proceso de actuación en este tipo de situaciones: «Lo importante es que el jugador te diga que está listo. Si él te dice que está bien, hablas con los médicos para saber los riesgos, pero la decisión la tomas tú viendo cuales son los pros y las contras», indicó. «Si está en condiciones estará en la lista para entrar desde el principio o para hacerlo después», afirmó también. Todo eran condicionales, ninguna certeza. Mantener esa incertidumbre con un jugador como Messi ante un partido como el de mañana es casi tan antiguo como el fútbol. Leo apunta al clásico, pero hasta el último momento no se sabrá si juega o cuánto lo hace. Hasta ahora no ha participado en ninguno de los partidos de ida de la Copa, pero el Madrid es diferente. «Es especial. El rival hace que llegar a la final tenga todavía un aliciente más. Supongo que para ellos será igual», opinó el Txingurri.

Está claro que el Barcelona no es lo mismo con Messi que sin él, pero cuando el «10» estuvo de baja este curso el equipo se rearmó y sacó buenos resultados ante rivales como el propio Real Madrid, el Sevilla o el Inter. «No cambia mucho el planteamiento si está o no, porque siempre jugamos de la misma manera: intentar dominar el juego y que no nos contragolpeen», analizó el entrenador azulgrana. Las alternativas para suplir al argentino son varias, pero la más clara sería adelantar la posición de Sergi Roberto y jugar con Semedo de lateral, ya que por el costado izquierdo está llegando el peligro del Madrid en los últimos partidos.