Lucas Moura, el suplente que el PSG vendió por obligación

"El Tottenham puede ganar la Liga de Campeones", decía Lucas Moura en febrero del año pasado, apenas un mes después de fichar por el equipo londinense. Es probable que entonces sólo él lo pensara, pero su actuación ante el Ajax demuestra que no hablaba por hablar. Fue su convicción la que arrastró al Tottenham hasta la final. La misma que demostró para abandonar el PSG en el último día del mercado de invierno de 2018.

El equipo parisino lo vendió por obligación, para cumplir con el "fair play"financiero. Tampoco lo necesitaba, estaba infrautilizado y cuando llegó al Tottenham apenas había disputado seis partidos en toda la temporada con el PSG con Unai Emery en el banquillo. Y en el Tottenham no ha dejado de ser suplente, a pesar de su pasado de estrella prometedora. De la misma generación de Casemiro, con el que jugó en el São Paulo, era uno de los futbolistas destinados a llevar a Brasil a su sexto título mundial. Uno de los imprescindibles para acompañar a Neymar en la tarea.

Pero su carrera se torció en París, donde sólo fue uno más de la colección de futbolistas del jeque. La ausencia de Harry Kane le ha dado la oportunidad de sentirse verdaderamente importante y ya ensayó en la Premier ante el Huddersfield el triplete que ha acabado llevando a su equipo a la final de la Liga de Campeones.

"Lucas hizo un partido maravilloso", admitía el danés Eriksen. "Es imposible describir lo que siento en este momento. Estoy muy feliz y orgulloso por mis compañeros. Siempre creímos que era posible. Sólo necesito darles las gracias porque lo que vivo aquí en el Tottenham es increíble", decía después del partido. "El fútbol nos da momentos como este que no podemos imaginar. Necesitamos disfrutarlo. Mírame, es el mejor momento de mi vida, de mi carrera", añadía al terminar el partido. El partido de su vida. El PSG, mientras, sigue teniendo los cuartos de final de la Champions como techo.