Felix Auger-Aliassime, entrenado por Toni Nadal, rompe su increíble estadística negativa en finales

El tiro de Tsitsipas se marchó fuera y fue una liberación para el canadiense Felix Auger-Aliassime. Miró a su equipo, lanzó la raqueta al suelo y se puso en cuclillas con las manos en la cara. Había ganado el partido por 6-4 y 6-2, pero no era una victoria más. Saludó al griego, al juez de silla, y se pegó una carrera para dar un salto y lanzar el puño al aire. Fue su manera de decir: “Por fin”. Por fin ganaba una final, la del ATP 500 de Rotterdam, después de haber perdido ocho seguidas. Es muy joven, tiene 21 años, pero lleva tiempo entre los mejores del mundo y le faltaba este paso. “Espero que sea el primero de muchos”, aseguró, después de admitir que era “el día más feliz” de su carrera.

En el banquillo de Aliassime no estaba Toni Nadal, pero el ex entrenador de Rafa sí forma parte de su equipo de trabajo desde el año pasado y quizá su mano se empieza a notar en que está ganando en consistencia. Eso también lo da la edad, la experiencia. De tenis va sobrado, con una derecha fantástica, pero la cabeza le fallaba en momentos delicados. Ya protagonizó uno de los mejores partidos del pasado Open de Australia, donde llevó al límite a Medvedev en cuartos para perder en el quinto set habiendo tenido en el cuarto una pelota de partido. “La aspiración que tiene es muy elevada”, admitía Toni Nadal en una entrevista con este periódico. Y poco a poco avanza hacia su objetivo.

Hay una especie de justicia poética en que el título haya sido en Rotterdam, pues ahí en 2018 disputó su primer partido ATP, siendo derrotado por Krajinovic, al que ya dio guerra (6-2, 3-6 y 7-5). Ya en 2019 disputó sus tres primera finales: en Río de Janeiro fue derrotado por Djere (6-3 y 7-5), en Lyon por Paire (6-4 y 6-3) y en Stuttgart por Berrettini (6-4 y 7-6 [13/11]). En 2020 llegaron otras dos: en Rotterdam no pudo con Monfils (6-2 y 6-4), en Marsella con Tsitsipas (6-3 y 6-4) y en Colonia con Zverev (6-3 y 6-3). En 2021 fueron dos: en Melbourne cayó contra Evans (6-2 y 6-3) y en Stuttgart con Cilic (7-6 [7/2] y 6-3). No es que no hubiera ganado la final, es que ni siquiera había conseguido conquistar un set.

Esta temporada ya la comenzó ganando para Canadá la ATP Cup, competición por equipos en la que derrotaron en la final a España. Él venció su duelo individual contra Bautista, que resultó decisivo. Ya tiene también un título individual y es el número nueve del mundo.