Tenis

El gran enemigo de los tenistas en el US Open: esto es a lo que se enfrentan Nadal y Alcaraz

El torneo se disputa en unas condiciones muy particulares para los jugadores

Rafa Nadal, durante un entrenamiento previo al US Open
Rafa Nadal, durante un entrenamiento previo al US OpenPETER FOLEYAgencia EFE

El ruido es uno de los grandes enemigos de los tenistas, que encuentran en el silencio el entorno más favorable para desarrollar su mejor tenis. En el US Open, último Grand Slam del año y que comenzó este lunes en Nueva York, si hay algo que no tienen los tenistas es silencio. El torneo, que se disputa en el USTA Billie Jean King National Tennis Center de Flushing Meadows, es famoso por el ruido que acompaña a muchos de sus partidos y que será un rival más para Rafa Nadal o Carlos Alcaraz.

El último en hacer públicas sus quejas por el ruido que hay en el US Open y que distrae a los tenistas es el argentino Franco Agamenone, que cayó en la última ronda previa y no pudo acceder al cuadro principal del torneo. Agamenone publicó un mensaje en su cuenta de Twitter quejándose de las condiciones en las que se disputan los partidos en Flushing Meadows. “¿Torneo de tenis o concierto? En estas condiciones se jugó la entrada al cuadro principal del US Open”, escribió el tenista argentino, que acompañó el mensaje con un vídeo en el que se puede escuchar el ruido que tuvieron que soportar los jugadores y el público.

“Lamentable. Otra muestra de que, excepto un par de jugadores, le chupamos un huevo a la ATP y a este negocio”, escribió después Agamenone como respuesta al tuit de otro usuario, que se quejaba de las condiciones en las que se tienen que disputar algunos encuentros, con el ruido de fondo de un concierto.

Tenistas como Rafa Nadal, Roger Federer, Andy Murray o Carla Suárez han sido algunos de los que se han quejado del ruido en el US Open. “Los tenistas no estamos acostumbrados a jugar con un nivel de ruido tan fuerte. Pero todos los años es lo mismo”, declaró en 2019 Nadal, quien añadió: “Nos adaptamos”. Dos años antes, después de jugar contra Dusan Lajovic:“No podía oír el sonido de las cuerdas de mi oponente y, por tanto, entender con qué tipo de efecto me llegaría la pelota”.

Ese mismo año, Roger Federer también habló del ruido en el US Open después de enfrentarse a Frances Tiafoe: “El sonido vuelve a la pista cuando el punto no está terminado. A causa del ruido, llegué tarde, calculé mal las distancias y, en definitiva, me encontré en una situación inusual”.

En la edición anterior, en 2016, fue Andy Murray el que se quejó: “Cuando llovía realmente no oías nada. Ni el rebote de la bola. Era un reto porque estás acostumbrado a poder escucharlos. En el tenis, además de los ojos usamos los oídos cuando jugamos, porque nos ayuda a saber más de la velocidad de la bola, por ejemplo”.

La canaria Carla Suárez, ya retirada, mostró su malestar en 2018 por el continuo movimiento de los aficionados en las gradas durante su encuentro contra Madison Keys en cuartos de final: “Es una falta de respeto que estemos jugando y haya gente yendo a sentarse o caminando por ahí. Le he dicho a Madison: ‘Vamos a jugar, porque si tenemos que esperar a que se siente todo el mundo, no jugamos’. Eso es peor que el ruido”.