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A Nadal le espera una paliza

Rafael Nada celebra su victoria
Rafael Nada celebra su victorialarazon

Ya está en las semifinales del torneo de Río. Venció a Cuevas a las tres y media de la madrugada (hora de Río) en un partido durísimo y hoy sobre las 19:00 (22:00 en España) se mide a Fognini por un puesto en la final.

De repente, Rafa Nadal se encontró con un rival capaz de dominar sus efectos. Golpeaba el español hacia arriba, «liftado», sus tiros mortíferos, y del otro lado de la pista le llegaba una respuesta también curvada, con efecto y controlada, o bien una de arriba abajo, con dureza. Un contratiempo. Pablo Cuevas, número 23 del mundo, estaba desarmando al número tres en su superficie favorita, y como Rafa todavía no está a su mejor nivel, ni físico (le faltan partidos, ritmo de competición) ni mental (le falta confianza), durante muchos minutos la sorpresa en los cuartos de final de Río de Janeiro no estuvo lejos. Pero ganar a Nadal en tierra es muy complicado.

En toda su carrera sólo ha perdido 24 partidos sobre pistas así. Pablo Cuevas podrá decir que estuvo cerca en el primer duelo entre ambos, pero no que lo consiguió (cayó por 4-6, 7-5 y 6-0). Sobrevivió Rafa en la tierra, superado en un primer set en el que estuvo demasiado contemplativo. Ahí se nota la falta de confianza del manacorense, demasiado a la defensiva, dejando atrás el patrón de los últimos tiempos de intentar ser más agresivo. Se sobrepuso a la primera rotura de Cuevas, pero no a la segunda para empezar el choque a remolque.
El juego iba de «liftado» a «liftado», bolas altas a un lado y a otro que se le acababan atragantando al rey de esos golpes, algo que normalmente sucede al revés.


Ganar iba a ser una cuestión de resistencia. Cuevas es un jugador de 29 años, pero que está en un momento dulce. El año pasado conquistó los torneos de Umag y Bastad y éste ya había logrado el de Sao Paulo, todos sobre tierra. Pero de ahí a derrotar al mejor jugador de la historia sobre polvo de ladrillo hay un mundo.

En algún momento tenía que bajar el nivel y eso no llegó hasta la parte final del segundo set. Ese segundo parcial se mantuvo parejo, sin muchos sobresaltos para nadie en el saque, sobre todo para Nadal, que no concedió ninguna bola de «break». Pero en los últimos juegos al uruguayo se le empezaba a notar más cansado. Ya no era tan preciso con sus ángulos o sus golpes, ya empezó a caer en la red del español, sólido a falta de tiros ganadores. Y Cuevas explotó. Salvó las dos primeras pelotas de set en contra, pero no la tercera y el duelo se fue a una manga definitiva que en realidad no existió. Porque ahí ya sí que hubo sólo un jugador. Nadal jugó a placer ante un oponente que ya no podía dar más, desconcentrado y agotado, que se llevó un inmerecido rosco final por los méritos hechos antes.

La anécdota de esta última manga fue que el tenista español se cambió el pantalón antes de empezarla y se lo puso al revés. Cuando se dio cuenta tenía que empezar a jugar y el juez de silla, Carlos Bernardes, no le dejó ponerlo del derecho. Salió a la pista así, ganó el juego en blanco y se después dio la vuelta a su pantalón con una toalla por encima, entre los gritos del público.


Eran las 3:30 de la madrugada (las 6:30 en España) cuando Nadal doblegó a Cuevas. La paliza que le espera es tremenda, porque hoy mismo sobre las 19:00 en Río (22:00 en España) tendrá que hacer frente a las semifinales ante el italiano Fognini, que, por su parte, también lleva una buena paliza en el cuerpo, porque necesitó tres horas y cuarto para derribar a Delbonis. Antes, otro español buscará la final. David Ferrer, verdugo de Mónaco en cuartos en otro duelo de aúpa, se las verá con Haider Maurer, la sorpresa del torneo.


Resultados. Cuartos de final: Haider Maurer (Aut) venció a Souza (Bra), 7-6 (7/4), 1-6 y 6-4; Ferrer (Esp) a Mónaco (Arg), 6-3, 4-6 y 6-2; Fognini (Ita) a Delbonis (Arg), 6-4, 6-7 (10/12) y 7-6 (11/9); y Nadal (Esp) a Cuevas (Uru), 4-6, 7-5 y 6-0.

Semifinales (hoy, C+D2). 20:00 (hora española): Ferrer-Haider Maurer. A continuación: Fognini-Nadal.