Tenis

Bautista sorprende a Rune, se cita con Alcaraz y asegura un español en la final de Queen's

El veterano castellonense superó al joven danés en un partido espectacular: 7-6 (7/5), 6-7 (4/7) y 6-2

Spain's Roberto Bautista Agut plays a return to Denmark's Holger Rune during the quarterfinal match of the Queen's Club Championships tennis tournament in London, Friday, June 20, 2025. (AP Photo/Kin Cheung)
Bautista arma el brazo para golpear de revés en el partido contra RuneASSOCIATED PRESSAgencia AP

Roberto Bautista volvió a dar una lección de tenis en Queen's. Si en octavos de final superó a Mensik, de 19 años; en los cuartos ganó a un “top 10” como Holger Rune (7-6 [7/5], 6-7 [4/7] y 6-2), tenista de la generación de Carlos Alcaraz, con el que apenas se saca unos días. Y precisamente el siguiente gran desafío del castellonense es su compatriota, un paso más de exigencia, pero Bautista tiene a sus espaldas batallas de todos los colores y si ha llegado hasta ahí ha sido con un tenis de mucho nivel. Esa semifinal asegura un finalista español en la final del domingo. Por el otro lado van Lehecka y Jack Draper.

En la carismática pista de Queen's, dos tenistas totalmente opuestos en la forma de afrontar las situaciones. Bautista apenas mueve un músculo de la cara, da igual si le pegan un golpe ganador a la línea, o uno con suerte, o si falla un tiro cantado. No quiere dar pistas a los rivales de cómo está por dentro. Apenas un “vamos”, cuando, sentado en la silla, mira a su banquillo, donde está Pepe Vendrell, en el tercer set cuando ya manda 4-1. Rune, 15 años más joven, no puede tener esa calma. Necesita hablar con su gente, quejarse, preguntar qué pasa cuando algo no funciona, pero eso no quiere decir que pierda la concentración. Al punto siguiente vuelve a estar ahí con todo.

La lucha entre los dos jugadores fue tremenda y no se desniveló hasta el último parcial. Bautista daba más sensación de peligro, de poder hacer un break, resistía en el cuerpo a cuerpo y amenazaba con el resto y con una derecha que le funcionó de maravilla. Se colocaba en la zona del revés para intentar tocar con la derecha la mayoría de bolas. Desde ahí, la llamada “invertida”, cuando la tira cruzada es letal y de vez en cuando cambiaba a la paralela con potencia. Las oportunidades de rotura se iban tan rápido como llegaban. Rune resistía, pero cedió el primer tiebreak. El segundo lo ganó, cuando parecía más perdido. Ahí estaba la reacción.

Y Bautista, ni se inmutó. Ni un mal gesto. La pelea no había terminado y pese a sus 37 años, el físico le aguantaba sin problema. A la decimotercera, por fin, llegó la rotura de servicio. Algo se rompió también en el interior de Rune, que ya sí se precipitó hasta capitular. Roberto, ni una bola de break concedida en todo el partido, ya no tiene que ocultar nada, y después de dar la mano a su rival, da un grito de pura alegría y se desmadra.