Tenis
España cae con claridad ante la República Checa, se mete en un lío en la Copa Davis... Y viene el coco Djokovic
Ni Bernabé Zapata ni Davidovich ni el dobles pudieron ganar su partido. El equipo capitaneado por David Ferrer se la juega ahora ante Serbia
Con el formato clásico, con el que inventó Piqué o como sea, la Copa Davis es la competición de los nervios, en la que no ganas o pierdes sólo por ti, sino que lo haces por tu equipo, por tu país, y eso es una losa extra que encoge el brazo a cualquiera... Y más a los debutantes. España pagó la novatada en Valencia, donde se está disputando uno de los cuatro grupos en los que está dividida a estas alturas. Los dos mejores de cada grupo se meten en los cruces definitivos (cuartos, semifinales y final, del 21 al 26 de noviembre en Málaga) y los chicos capitaneados por David Ferrer van a tener que pelear mucho si quieren estar allí.
Djokovic, en Valencia
La eliminatoria con la República Checa se antojaba decisiva para aclarar el panorama, pero la derrota ha supuesto lo contrario, y lo que peor es lo que viene. Después de su espectacular victoria en el US Open, Novak Djokovic, la leyenda, el ganador de 24 Grand Slams, aterrizó en Valencia para ayudar a Serbia. Va a ser el último esfuerzo antes de la traca final del curso, con la Copa de Maestros como aperitivo fuerte junto a la Davis, si se clasifican, y la defensa del número uno del mundo ante Carlos Alcaraz.
Serbia se impuso a Corea el pasado martes sin su líder, además por 3-0. Si Novak ha hecho la casi locura de viajar directamente desde Nueva York seguramente sea para jugar, aunque es una incógnita si lo va a hacer o no ante España el viernes. Bajó del avión, se instaló y ya por la tarde se puso a las órdenes de Viktor Troicki en el primer entrenamiento.
Mientras Nole daba hacía trabajo de recuperación, España naufragaba en su eliminatoria con la República Checa. La baja de Alcaraz para tomarse un descanso ha sido muy importante para David Ferrer, aunque nadie le ha reprochado nada al joven murciano. La Davis tiene difícil encaje, tanto antes como ahora, y los mejores tienen que hacer un esfuerzo para disputarla en un calendario de locura. El curso pasado fue Carlos quien ganó el US Open y fue directamente a disputar la Davis, como Djokovic este año, y después tuvo demasiados compromisos porque acababa de convertirse en el número uno del mundo más joven de la historia, y lo acabó pagando con una lesión abdominal que le impidió disputar el tramo final de la temporada.
"Salí un poco nervioso. He competido bien, pero el gestionó mejor los momentos"
Sin el tenista español más capacitado y con Bautista en el grupo pero después de haber estado sin competir durante todo el verano por un problema en el tobillo, el equipo quedó en manos de dos novatos. Bernabé Zapata actuó como número dos del mundo y le pesó disputar su primer partido en la Davis. El valenciano tenía mejor ranking (75, ha llegado a ser el 35), que su rival, Tomas Machac (119, 97 como puesto más importante), pero el checo de 22 años se ha movido ya por la competición por países y este fue su cuarto triunfo (algunos de ellos ante tenistas asentados como el británico Evans y el portugués Sousa) por una derrota en individuales. Se le veía más decidido en la pista del Pabellón Fuente de San Luis, empezó con un break y desde ahí dominó el encuentro simplemente sin cometer errores de peso (6-4 y 6-4). "Machac ha gestionado muy bien todas las situaciones, yo he salido un poco nervioso, pero estoy feliz porque he competido bien. Estoy decepcionado porque lo que uno sueña es ganar frente a su gente, pero no olvidaré que he debutado en casa y con la cabeza muy alta”, analizó Zapata, que también admitió que había estado un poco acelerado.
La tensión pasaba a Alejandro Davidovich, que tiene más poso en el circuito y también tenía a un rival más complicado, Lehecka. Era el 25 del mundo (el malagueño) contra el 30 y fue un choque muy disputado, decidido por los fallos del español en el tie break del primer set (en el que llegó a ir con una rotura de ventaja, que le duró poco) y en el undécimo juego del segundo, donde regaló el break en blanco tirando fuera todas las pelotas (7-6 [7/5] y 7-5).
El dobles tomaba importancia para que España al menos sumara algo, ya que en caso de empate la clasificación puede decidirse por partidos ganados o por sets. Pero tampoco. Está vez la selección sí contaba con la experiencia de Granollers, que tiro de un al principio afectado Davidovich. Llegaron a tener dos pelotas de partido en el segundo set ante Mensik y Pavlasek, pero las desaprovecharon y se hundieron (5-7, 7-6 [8/6] y 6-4).
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