Julián Alonso, al rescate

La capitana y la Federación de Tenis ponen así a las discrepancias porque hubiera una entrenadora en un vestuario masculino.

Septiembre de 1999. España se juega el ascenso al Grupo Mundial de la Davis en Nueva Zelanda y Manolo Santana, el capitán, recibe negativas de sus mejores jugadores, renuentes a ir hasta las Antípodas: los Ferrero, Moyà, Corretja o Costa declinan la convocatoria. Sí viaja Félix Mantilla, un sólido número uno, al que respaldan el veterano Pato Clavet, el doblista Juan Balcells y un joven llamado Julián Alonso, un catalán de poderosísimo saque retirado de forma prematura después de un tormentoso romance con Martina Hingis, entonces número uno mundial en féminas. La pareja que conformó junto a Balcells suma el sábado el tercer punto para lograr una permanencia que constituyó el preludio necesario de la primera Ensaladera para España, ganada un año más tarde.

Dieciséis años después, el equipo nacional de tenis vive una situación análoga y la Federación ha recurrido a la misma persona. Entre el 17 y 19 de julio, Gala León debutará como capitana en Rusia, cuyo potencial huelga decir que es muy superior al de los modestos neozelandeses. «Nombramos a Julián como subcapitán para fortalecer la estructura del equipo de la Davis. Genera mucha empatía por donde pasa y eso ha sido fundamental para su elección por mi parte», explicó en ausencia del presidente la RFET, José Luis Escañuela, de baja por problemas de salud. Es la primera de las dos eliminatorias que debe superar España para volver al Grupo Mundial, pero la mala relación de las principales raquetas del país con los dirigentes federativos dificulta la confección de una convocatoria digna: «Ninguno se ha negado a jugar», afirmó taxativa León durante la presentación de Julián Alonso, que abundó: «Jugamos por España y el que no quiera jugar tendrá sus razones, pero seguro que encontraremos a jugadores para esta eliminatoria».

La cosa, no obstante, amenaza con ser ingrata porque los rusos preparan una pista rápida bajo techo en una remota localidad asiática.

El ambiente entre la capitanía y los jugadores sigue sin ser el idóneo. Julián Alonso admitió que no conoce «personalmente a Rafa, pero sí a todo su entorno», mientras que Gala continúa atrapada en una vorágine de críticas que capea con señoría. «He hablado con todos los jugadores españoles y, repito, ninguno se ha negado a disputar la próxima eliminatoria de la Davis. Estoy tranquila. Se dicen muchas cosas, pero no tengo problemas con ningún jugador». La dupla tiene previsto viajar a Roland Garros y Wimbledon.